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"La Sombra de la Corrupción", (1996)

"La Sombra de la Corrupción", (1996)

“La sombra de la corrupción”, (City Hall, 1996), es una película que pudo haber dado  para más. ¿El motivo? Al Pacino como actor protagónico.

City Hall es la clásica película norteamericana donde trata de exhibir los claroscuros de  la política y corrupción policial de Nueva York.
Partiendo del planteamiento de que Nueva York es la ciudad de las oportunidades si se corre con la suerte adecuada, la cinta comienza un relato de conflicto de intereses.
Si bien las actuaciones y los personajes son moderadas, e incluso como en el caso de la viuda Santos realmente deprimentes, en la trama podemos ver cómo se aprende el oficio de político siendo el poder detrás del trono.
Cuando el policía  Eddie Santos se encuentra con el narco menudista Tino Zapati, se desata una balacera que deja como saldo tres muertos: Santos, Zapati y Eddie Bone, un niño de color.
El delegado del Alcalde de Nueva York, se inquieta por las investigaciones. Aprovechando el poder que le da trabajar hombro con hombro con John Pappas, Kevin Calhoun comienza a realizar una investigación paralela a la oficial. En el camino, se encuentra con un juez, con un congresista, con un asesor y con una red de intereses mutuos. A lo largo de su investigación, Calhoun mueve el lodo más asentado y profundo de Nueva York.
La cinta tanto por el elenco como por la sinopsis, promete para mas. Al Pacino de un alcalde que no da muestras de energía, si no de ecuanimidad; John Cusak quien en su papel de Calhoun opta por abrir los ojos lo más que puede, y no adentrarse en el personaje. Bridget Fonda, con un personaje que trastoca el trastorno bipolar por los altibajos del personaje. Si acaso Danny Aiello en el papel de Frank Anselmo, es quien resalta por la interpretación del viejo y poderoso político.
Una trama que de haber estado mejor tejida, o con los nudos argumentales más firmes, generaría más expectación. Pero a final de cuentas es una película que se quedó en el intento de ser todo: de ser película romántica (primero Calhoun tiene serias diferencias con la abogada defensora de la viuda de Santos, después, al final de la película, se encuentran y muestran simpatía mutua… ); de ser una película policial (el hecho de que se desarrolle en medio de cuarteles y juzgados, no la hace tal); de ser un thriller político (un alcalde, jueces, policías y dinero y poder de por medio… pero ¿y luego?); de ser una película que muestre la relación de los medios con los políticos (agendar entrevistas y dar cierta línea a los medios para tenerlos acotados, no es todo. Si de eso se trataba, una buena fórmula hubiera sido mostrar una relación más perversa con los medios y no una relación Light y “amistosa”).
Pero retomemos el tema de la cinta. El Alcalde Pappas, a pesar de las presiones por la muerte del niño Bone, opta por una relación más cercana con la sociedad, específicamente con la comunidad negra. Contrario a las sugerencias de su equipo de asesores, quienes en todo momento tratan de contenerlo en sus discursos y actos públicos, Pappas toma el camino más corto: el que le ha dado la experiencia en el poder político… y el camino a la Casa Blanca, su próxima estación.
Pero ese camino no será fácil. Para ello se necesitan votos. Y qué mejor manera de conseguirlos que dando a los ciudadanos pequeñas muestras de trabajo.
Frank Anselmo, amigo cercano de Pappas y congresista, se opone a la construcción de un banco en un punto estratégico de Manhattan presupuestado y propuesto por Pappas. Lo que Anselmo quiere es la construcción de una salida y estación de metro. Obra que cuestan en total 40 millones de dólares, dinero que no puede cubrir la oficina de finanzas de Nueva York.
Anselmo es más tajante y directo: “Quiero que sepas algo de política. La gente va al trabajo en metro. Trabajo significa votos. Pappas quiere votos.”
Alcalde Pappas: El banco es bueno para los pobres. Para los desocupados. Para toda la maldita ciudad. Las paradas, infraestructura y accesos no los podemos pagar.
Frank Anselmo: Entonces, olvidemos todo.
Alcalde Pappas: Tenemos mucho a nuestro favor. El gobierno debe apoyar la nueva parada o no apoyaré su reelección.
Anselmo: ¿Y el acceso?
Alcalde Pappas: Otro año.
(…)
Alcalde Pappas: Sólo eres un jefe (Anselmo). Yo soy el maldito alcalde. Y mando yo. Bankexchange a mí manera o nada.

Filmada en 1996, City Hall sería cierta propuesta del cine thriller policial, porque no es una película oscura, no es una película sangrienta, ni de homicidios. A la par de esta tendencia, la banda musical sonora no es de grandes estruendos, ni de ritmos rápidos en los momentos de tensión.

Uno de los últimos encuentros entre Pappa y su pupilo Calhoun, es uno de los, si acaso, tres momentos más rescatables. Cuando Calhoun se da cuenta de que su investigación lo llevó al principio de todo y encontró que la corrupción de un juez y esa costumbre de protegerse las espaldas uno a otros es la constante en la justicia de su condado, trata de llevar por el buen camino a su jefe.
El diálogo se desarrolla así:
Alcalde Pappas: Lo único nuevo de este mundo es la historia que no conoces. (…) Piensa en los colores. Hay el blanco y hay el negro. En medio está el gris. Nosotros. El gris es complicado. Y a la prensa no le interesa. Pero es lo que somos.
Kevin Calhoun: ¿Y qué vas a hacer ahora?
Alcalde Pappas: ¿Hacer? Dirías “Vamos a hacer”.(…) Vamos a recoger la mierda.
Kevin Calhoun: ¿Y luego?
Alcalde Pappas: Una estancia corta en Albeny… una estancia larga en la Casa Blanca.(…) Nadie decide su final.
Kevin Calhoun: Son 20 años de favores y trucos, información reservada y los poderosos se reparten el pastel.

Kevin, contrario a esa imagen de idealista y de “buen chico” que desarrolló a lo largo de la cinta, decide tragarse sus palabras… Y todo tiene una compensación. La de Calhoun ser candidato a concejal del distrito al cual pertenece.
Porque como bien dice Calhoun al inicio de la película: “(Pero) Lo que más me gusta de Nueva York es: puede destruirte o hacerte grande, depende mucho de tu suerte. Nadie debería venir sin esperar tener suerte. Yo la tuve”

pd.- no pierdan de vista los 30,000 dólares...

5 comentarios

Maclovia -

Me encanta leer tus sinopsis de películas, eres un buenazo.
La película de las mejores.
Un abrazo.

Mariana -

¿Te cuento un secretito? ¡Detesto a Al Pacino! Perdón... es que lo tenía que sacar de mi sistema. De ahí que no pueda ver agusto ni "El padrino".

¡Besos de mitad de semana!

¿Mañana poesía, verdad?

Mariana.

manijeh -

Este tipo de películas no me llaman mucho la atención. Ni las de abogados escritas por John Grisham. Pero cada actor grande tiene por lo menos una en su currículo.

Evan -

La ví hace tantoo!! Pero también recuerdo que en ese momento me quedé con la sensación que daba para mucho más...

Saluditos, Citizen!!

angie -

La película City Hall la ví hace bueeeeeen!
Toi bieeeen cerquita.... me ves?