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Lo que no sabes...

Miércoles de Poesía X

Cuando Benedetti habla de religión la atención se agudiza. Puede tomar dos caminos: uno totalmente contestarario u otro, su clásico sentido del humor con el cual traza, esboza aquellos temas que a muchos les causa bochorno o intimidación tratar.
Que Benedetti escriba de sus múltiples batallas, sus persecuciones, sus pérdidas y sus emociones, no extraña.
Pero que escriba, desde su muy talentoso punto de vista, del Ángel de la Guarda, es cuando se pone a prueba, una vez más, ese talento que ha compartido durante décadas.
Encuentro, hojeando despacito, con paciencia tratando de encontrar algo diferente que compartir, "Ángel de la Guarda".

Ángel de la Guarda

Al principio eras niño
como yo
pero mucho más ágil

no sólo me advertías
de la baldosa floja
o de la abuela que se aproximaba
con sus dos bofetadas potenciales

también en mis mañanas
de golero baldío
cuando el pecoso arremetía
echabas
a corner la pelota
inalcanzable

cierto día empezaste
a flaquear sin aviso
jugando al rango se agachó un cretino
yo me partí los labios
tú las alas

cicatrizamos pronto sin embargo
todavía serviste
para evitar los riesgos de rutina
tales como los nudos y estornudos
la maceta que cae de un quinto piso
la venérea que sube del segundo

nuestro primer conflicto fue con cielo
yo me puse a crecer
y tú a esperarme

cuando se nubló todo
dónde estabas
no me salvaste ni me salvarías
ya nunca más
la noche mansa comenzó a llover
y me empapó de dudas
dónde estabas
para decir que no
gritar que sí
o mejor para
abrir nuestro paraguas
y callarnos

llegaron pestes aurorales
muertes
injustas no buscadas
odios entre el escombro
vacíos con espuma y sin espuma
cíclopes merodeantes

dónde estabas
para cavar dolor como trincheras
para armarme las manos
para decirme algo
cualquier cosa
y sobre todo
para desarmarme
la buena fe
ese arcabuz inútil

se crearon mágicos latidos
entretenidas desesperaciones
que claro
si no son bien atendidas
se pueden convertir
en incurables

dónde estabas
para inventar augurios
sobre el tierno futuro en carne viva

acudes cuando nadie te reclama
por ejemplo
a quitarme el cuarto vaso
o el primer sueño
que es quitarlo todo

debes reconocerlo
no preciso
que me cuides
sino que me descuides

ya se verá
cómo me las arreglo

mejor te vas

recoge tus alones
y no vuelvas.

6 comentarios

diego -

He tenido la fortuna de tener con mas de un angel de la guarda. Pero este texto es EXCELENTE.

Azul -

Siempre hay ángeles....terrenales y de los otros acompañandonos en el camino.

Bikos.

Evan -

Citizen, realmente difernte y me gusta muchísimo!

mmmmmm no puedo escuchar la música.

Saluditos

celiux -

Hola, Citizen!
Lo prometido es deuda, así que aquí estoy, visitándote en tu miércoles de poesía.
Yo tengo un amigo que los viernes nos enviaba un correo a sus amigas con el título "la palabra canta"...muy interesante.
Me gustó el poema. Así que seguiré visitándote!!
Saluditos!!

PS No se escucha nada.

angie -

Me encantó, mira que nadie le ha dicho a su Angel de la Guarda que por favor se vaya, poco menos, que no estorbe..
Y no escucho ni maiz!
Un besote!

NancyQ -

Claro, siempre estan cuando uno no les llama....
=( no escuche nada citizen.
Que tengas un lindo dia