Observar cada detalle.
Capturar el momento, como si se tratara de una fotografía.
Y es que el ser observador no es empresa fácil.
Más aún, si se trata de observar a otros como parte del proceso creativo.
Mario Bendetti aprovechó esa capacidad de observación para desarrollar la serie de textos llamados "Trece Hombres que Miran".
Relatos de lo que pasa y lo que se hace mientras un hombre observa algún acto del entorno que le rodea.
Como primer acercamiento, en este Miércoles de Poesía XI (qué bárbaro, cómo pasa el tiempo), comparto "Hombre que mira a una Muchacha"
Hombre que Mira a una Muchacha
Para que nunca haya malentendidos para que nada se interponga voy a explicarle lo que mi amor provoca tus ojos que se caen de desconcierto y otras veces se alzan penetrantes y tibios tienen tanta importancia que yo mismo me asombro tus lindas manos mágicas que te expresan a veces mejor que las palabras tan importantes son que no oso tocarlas y si un día las toco es solamente para retransmitirte ciertas claves tu cuerpo pendular que duda en recibirse o entregarse y es tan joven que enseña a pesar tuyo es un dato del cual me faltan datos y sin embargo ayudo a conocerlo tus labios puestos en el entusiasmo que dibuja palabras y promete promesas son en tu imagen para mí los héroes y son también el ángel enemigo en mi amor estás toda o casi toda me faltan cifras pero las calculo faltan indicios pero los descubro sin embargo en mi amor hay otras cosas por ejemplo los sueños con que muevo la tierra la pobre lucha que libré y libramos los buenos odios esos que ennoblecen el diálogo constante con mi gente la pregunta punzante que me hicieron las respuestas veraces que no di en mi amor hay también corajes varios y un miedo que a menudo los resume hay hombres como yo que miran tras las rejas a una muchacha que podrías ser vos en mi amor hay faena y hay descanso sencillas recompensas y complejos castigos hay dos o tres mujeres que forman tu prehisto y hay muchos años demasiados años de inventar alegrías y creerlas después a pie juntillas querría que en mi amor vieras todo eso y que vos muchachita con paciencia y cautela sin herirme ni herirte rescataras de allí la luna el río los emblemas rituales los proyectos de besos o de adioses el corazón que aguarda pese a todo. |
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