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Lo que no sabes...

Viaje exprés

De nueva cuenta ya estoy en casa.
El ausentismo de los últimos días se debió, tal y como te lo conté en este mismo espacio, a un viaje al norteño estado de Chihuahua. La ruta fue larga porque el recorrido se hizo en automóvil.
En esos más de mil kilómetros (unos 2 mil y cachito en total, ida-vuelta) dio tiempo para ver muchas cosas. Paisajes, sobre todo.
Sirvió, también, para confirmar algunos supuestos de nuestro país en materia de servicios al turista y, dicho sea de paso, resultó entretenido hacer esfuerzos sobre humanos para no dormirse en el auto, sobre todo siendo el co piloto.
Ah claro, y no hubiera sido una visita al norte sin mi obligada compra de botas, porque eso sí, no estás para saberlo ni tampoco para que se haga chisme, pero tengo cierta costumbre de usar botas vaqueras, en la preparatoria me hice de mi primer par. Las dejé de usar unos años, y hace año y medio que regresé a Chihuahua me agencié mi parecito. Me parecen cómodas y claro, si se escogen con buen gusto, son muy bonitas.
La estancia y visita fue al municipio de Cuauhtémoc, a no más de dos horas de la capital del estado. Es un municipio pequeño, en un post anterior publiqué algunas cifras al respecto con motivo de la conectividad.
A pocos metros de la entrada a Ciudad Anáhuac, en el mismo municipio, hay una fábrica de papel que usa el servicio de ferrocarril, medio de transporte que se encuentra prácticamente en quiebra y desaparecido del país.
Encontrarse con una estación de trenes y con varios ejemplares estacionados, fue motivo de hacer varias tomas de los trenes de Ciudad Anáhuac. Fotos de trenes click aquí y más fotos de trenes click acá.
Ver estos vagones parados, con pintas de grafitti, semi abandonas, dan cierto sentimiento de melancolía.
Estando allá comí mucha carne... y carne de la buena. Jugosa, rosadita -porque me gusta término medio-. ¿Tortillas de harina? No muchas. Algo está pasando a nivel de consumo. Traían el tortillero con unas 3 tortilas de harina -de las buenas, por supuesto- y como una decena de tortillas de maíz...¡maseca! (o sea, industrializada).
Me resultó un tanto sorprendente ver pocos niños y muchos adultos. Es decir, los habitantes que rondan los 25-35 años de edad no están en sus lugares de origen. Habrá que preguntarle al fenómeno migratorio qué es lo que está pasando.
Re encontrarse con la familia, con las raícez levanta muchas suspicacias, dudas, pero confirma los orígenes hábitos y costumbres.
Ver algo del arte Tarahumana (fotos aquí), visitar y conocer la catedral de Cuauhtémoc (fotos aquí) y ver la similitud arquitectónica con otras edificaciones de la zona norte.
Siempre lo he dicho, en el norte me siento como en casa. Monterrey y Hermosillo son dos capitales que me llenan y atraen sobremanera. Chihuahua no acaba de conquistarme, pero trabajaremos en ello.
Encariñarme con ese sentido tan sencillo y práctico de la vida en provincia; la amabilidad de su gente, y ese corazón tan grande que tienen para recibir al turista. Con su cultura vial tan perfecta, tan educada y considerando en todo momento al "otro".
Fui el hombre más feliz del mundo porque tomé mucho café, y hasta eso muy buen café. La primera dosis en la mañana, la segunda en la tarde-noche, cuando el tedio por el camino y la carretera comenzaba a atraparnos (A mi hermano lester y a mí) y si se podía ya entrada la noche había tiempo para disfrutar de otra dosis.
Yo creo que el regreso fue más disfrutable.
Hicimos una parada rápida en la conocida Zona del Silencio. ¿Algo especial? Para nada. Resultó un llano semi desértico más. Con prácticamente cero servicios al turista porque la única estación de atención a los visitantes se encuentra totalmente desmantelada. No esperaba algo parecido a Roswell, pero de menos más inversión en la zona. Para ver fotos de la Zona del Silencio, da click aquí.
Maravillarme con una despedida muy bonita que nos ofreció la naturaleza (fotos aquí).
Por la noche, pernoctar en Fresnillo, en el estado de Zacatecas.
Zacatecas me gusta mucho, tiene un aire muy provinciano, muy fresco, muy tranquilo.
De Zacatecas lo que me enamoró desde que lo conocí hace unos dos años atrás fue su cielo azul. "Un cielo azul característico de acá", le escribí al señor ABcedario en un SMS. Podría pasarme horas enteras mirando el cielo de Zacatecas, sus nubes blancas y sintiendo ese viento, fresco, frío, fuerte que sopla con regularidad ahí.
De ahí, pasar a Plateros, entrar a la Catedral y visitar al Santo Niño de Atocha (fotos aquí), tan venerado y conocido en la región, sobre todo por migrantes. Al pié de la catedral, indígenas zacatecanos venden artesanías de la región. Foto de una indígena zacatecana aquí.
Pasar por San Luis Potosí y decepcionarme de su infraestructura carretera y de su tierra: un lugar muy terregoso. "Aunque sea ciudad siguen teniendo cosas de pueblo", me dijo Lester, con la experiencia de haber vivido allá algún tiempo.
Encaminar y cruzar Guanajuato, Querétaro y llegar a casa a las 22 horas.
Un gran país, un mismo idioma, pero muchas formas de llevar la vida.

"Dentro de la amplia sintaxis del mundo, los diferentes seres se ajustan unos a otros; la planta se comunica con la bestia, la tierra con el mar, el hombre con todo lo que le rodea...".- Michel Foucault

pd.- Seguramente lo notaste. En el photoblog hay un dato curioso respecto a la fecha. Hay algunos post que tienen la fecha de dos o tres dias después del que está corriendo. Incluso, hay un post que tiene la fecha de un año atrás. Esto es porque photoblog.com permite una sola entrada por día, así que lo que hago es engañar al sistema e ir cambiando la fecha para que me permita poner más de un post por día.

12 comentarios

celiux -

por fin pude entrar a tu blog.....hermosas fotos, amigo!!!
que bonito viaje...aun con todo y todo...viajar por carretera es alucinante.....

Jess -

Bueno Citizen... me encantaron las fotos, la historia, c nota q la pasast re bien. El lugar es hermoso, la vdd debe ser re lindo conocer. Un beso!

CÉSAR -

No me canso de decirlo y menos de escribirlo. Mejor, imposible!!! eres fantástico.
Gracias por todo. Relato, fotos y compañía.
Beishos.

Azul -

Simplemente maravilloso!!!

Mil bikos :D

Maclovia -

Hola Citizen, que hermosas fotos, las de los trenes me encantaron, gracias por compartirlas.
Un abrazo.

NancyQ -

Querido Citizen que hermosas fotos! Todas me fascinaron, los trenes, las indigenas que parece que se pusieron los mejores vestidos para la foto y ese atardecer es precioso!
Muchas gracias por compartir! Sabes yo a Cuauhtemoc fui muy pocas veces, en realidad pasabamos por ahi, cuando yo era muy niña ibamos a un pueblito que se llama Pedernales que fue donde nacio mi mama, tengo hermosisimos recuerdos de esos lugares, me sacaste las ganas de visitar de nuevo mis raices, a ese pueblito tengo mas de 30 años que no voy, se que existe todavia, pero no se cuanta gente habita muy muy poca eso seguro.
Te llevaste queso menonita?
A mi me gusta mucho, y tengo la suerte que mi padre esta de visita por aca y me trajo mi buena racion jeje
Besasos y que tengas un lindo fin de semana! Muahhhh

angie -

Oye sobretodo esa del pasillo de los trenes en blanco y negro, que alusine...

besos y ahora si me voy feliz...! buen finde!

angie -

Por fin pude entrar en tu blog! Me parece que este ha sido un lindo viaje, y las fotos estan de pelucas... tu mismo las tomaste?

kukilin -

Me ha maravillado las hermosas fotografías y monumentos históricos; Pero debo decirte que me costo mucho entrar en tu blog, parece que el problema era de Internet, porque dejé pasar las horas y luego como si nada pude entrar, por eso no vine antes.
Te mando un besote, y me alegro de tu disfrute...

ESPARTACO -

Interesante tu viaje y bien que nos ilustra. Soy Espartaco de Nicaragua. Saludos. E.

Gaviota -

Dijo López Velarde del cielo zacatecano: "Un cielo cruel y una tierra colorada"... dónde dormiste en Fresnillo? un besote.

Carlos -

...gracias por ilustrarnos tu viaje, voy por las fotos.
Buen finde.