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Lo que no sabes...

Sorpresas a 10 mil metros de altura...

Sorpresas a 10 mil metros de altura...

A bordo del avión de Mexicana y con un cansancio que se sentía y veía, vuelo de regreso de Hermosillo al DF.
Esta había sido una de tantas comisiones a la República Mexicana, y si mal no recuerdo era mi primer comisión a Sonora.
Luego de unos días en que los asientos de la camioneta llegan a sentirse como de piedra, y de algunas noticias del narco en los municipios a los que fui, mi vuelo de las no se qué horas de la mañana Hermosillo-DF digamos que no pintaba muy grato. No porque hubieran pasado cosas malas o los planes laborales se vinieran abajo, pero después de varias horas de camino en carretera, dormirme a alguna hora de la madrugada para pocas horas después levantarme para tomar el primer vuelo, no había mucho para sonreír.
Ya en el avión, con la turbina ronroneándome al oído y viendo el pasar de las nubes y de fondo un cielo azul, dormito un rato recargado en la ventanilla (ah claro, porque me dan ventanilla o no viajo).
Recién había pasado el chico sobrecargo -que por cuestiones del destino me lo topé en otro vuelo, lo recuerdo por su sonrisa- tal vez a ofrecerme algo o a preguntar si todo estaba bien... dos asientos delante de mi vi que hacía su labor como buen sobrecargo. Entrecierro los ojos, descanso mi mente y en eso, un ruido no identificado, a lo lejos alcancé a escuchar.
Luego de algo de barullo, algunas expresiones de los demás pasajeros... abro mis ojitos y exactamente a la altura del sobrecargo veo que las servilletas salen de todos lados. Una aeromoza pasa a trote a mi lado con un rollo grande (muy grande) de papel.
Mi mente entre dormida, cansada y pensando en lo que desayunaría al llegar al DF no atinaba a saber lo que sucedió.
"Algún bebé se hizo del baño", ingenuamente pensé.
Pero el afinar la vista, un hombre se limpiaba la nuca como con 3 metros de papel.
Los sobrecargos estabana a punto del colapso, y pedían disculpas a los pasajeros de lo que debió de llamarse "Ground Zero". En eso veo que una persona -no recuerdo si era un hombre o una mujer- se levanta limpiándose la boca.
Magnífico: alguien vomitó con tal fuerza que salpicó al de adelante... y vino el caos.
Los sobrecargos, todos, hacían una labor de limpieza express que me dejaron sorprendido: hasta daban ganas de ponerlos a limpiar el Zócalo después de un concierto y seguro rompían récord. Además, la coordinación de ellos fue estupenda: mientras unos limpiaban, los otros distraían a los pasajeros para que no cundiera el pánico y sacaran a patadas al o la cerdo o cerda que pensando que estaba en un concurso de vómito hizo lo suyo sin decir agua va. Yo creo que esos momentos son tan desagradables para los asistentes de vuelo que les ha de dar ganas de vomitar sobre todos, porque una cosa es que sean muy atentos y otra cosa es que haya gente asquerosa.
Siempre me he preguntado porqué hay gente así de conchuda. Caray, si yo siento que viene algo de mi interior, pues me preparo para no hacer el ridículo. Pero no, algunas gentecitas se dejan ir con todo.
Otro tema que sigo sin entender cuando uno vuela es el de las personas que se sientan en el lugar que no les corresponde. Y en ese sentido si soy muy caprichosito: si yo pagué para el asiento 19-A, pues me tengo que sentar en el 19-A... no en el 19-B, o 19-C... Caray, si de todos modos saben que los van a mover para que causar esos exabruptos.
¿Y qué tal el del niño que está llore y llore y hasta preciera que compite con la turbina?
¿O aquellos que retando a las Leyes de la Física no se abrochan el cinturón de seguridad?
¿O los que se entercan en no querer guardar su maletita en los compartimientos de arriba? Recuerdo que a mi regreso de otra comisión un señor se lió en una discusión con un sobrecargo. Y es que el pasajero en cuestión no quería quitar su maldita maleta del pasillo. El sobrecagro le dijo en todos los tonos que subiera de favor su maleta. Y aquel terco en que no.
En pleno vuelo, el sobrecargo y el cliente seguían lanzándose indirectas. Tanto así que el sobrecargo tomó el micrófono y dijo a todos: "Se les recuerda que para mantener la estabilidad del avión y la seguridad de los demás pasajeros, todas las maletas deberán guardarse en los compartimentos superiores". Nomás faltó que rematara con: "Especialmente si son igual de tercos que el señor de la maletota a medio pasillo".

Otra de las situaciones que me causaban hilaridad en los vuelos es cuando se viaja a estados del país que son famosos por sus altos niveles de migración a los Estados Unidos. Es decir, estados expulsores de "mojados", como por ejemplo Zacatecas. Viajar en esos vuelos es mas o menos como ir en un avión de migración, por el perfil de los pasajeros pareciera que uno comparte espacio con inmigrantes guatemaltecos. Pero no, resulta que son connacionales que se alistan para irse "al otro lado". Si bien a veces se corre el riesgo de tener de compañero de asiento a algún joven que bien podría ser líder de la "Mara Salvatrucha", la mayoría de las veces es como viajar en familia.
En general mis experiencias en vuelos y aerolíneas nacionales han sido satisfactorias, aunque considero que no es necesario estar hasta tres horas antes del vuelo. Porque cuando el vuelo es el primero del día, es poco grato estar pisando aeropuerto a las 5 de la mañana... o antes.

9 comentarios

celiux -

Amigo citizen...estoy de vuelta!!!
Pues que asco lo del vómito....afortunadamente nunca me ha tocado ver a álguien en esa situación, ni estarlo.
Una cosa sí...me ha tocado gente que escucha que dicen que se apaguen los celulares y ellos siguen hablando....el avión rodando por la pista para despegar y los tipos hable y hable hasta que varios pasajeros los ponemos en su lugar por nacos y por ponernos en peligro a todos!

Maclovia -

Yo también me preguntó por que hay gente así de conchuda, yo sé que en cualquier objeto al que se suba me mareo, el dramamine ha sido mi mejor amigo durante mucho tiempo, también la carreola que cuidaba mientras alguien se subía con mi hija a los caballitos; y en el avión nunca lloró pero si quería caminar, fue de lo más divertido que las sobrecargos la pusieran a caminar por el pasillo. Me reí mucho.
Besos y buen fin.

Jess -

Bueno... yo mucha experiencia en vuelos d avion no tengo... pero la vdd lo q contas es para pensarlo 2 veces antes d hacer un viaje muy largo.
Besos!

NancyQ -

Mi querido citizen! Que de peripecias caray, estoy de acuerdo sip, pero a los nenitos pobechitos a veces es mucha presion y se sienten mal asi que pues es entendible, mis chiquitos por suerte han viajado a Argentina (vuelo de 16 horas) y por suerte no les "toco" las de llorar, son tranquilitos, y que suerte la mia que nunca me ha tocado ver a nadie guacarear!!!
Beshitos papa!!!
Cuantas veces dije suerte?jajajaja

Espartaco -

Bueno; esto pasa en los aviones. Si te contara lo que pasa en el viaje de Managua a Puerto Cabezas en autobus; no me lo creerías. Un abrazo. E.

Lester :+ -

Caramba!!! me he quedado varado a medio post por las carcajadas que salían de mí. Lo más jocoso es que estoy, ahora mismo, en un vips sólo... y la gente me observa como un desquiciado bipolar. Me has hecho reir horrores.
Y vaya que hay gente... muy gente. Vuelo Madrid.México; una señora no se aguanta las ganas, se va al baño y prende su cigarrote!!! Corte a: la jefa de azafatas abre el baño y le pega una gritiza que, lo menos que le dijo, fue: "Sra. es usted una inconciente y pone en peligro la vida de todos nosotros". Conclusión: pasa la viajera con una perfecta cara de suela de zapato. Increible no? pues pasa.

Adrian Pegaso -

El tema de las descomposturas estomacales... y mas arriba de un avion a veces no son previsibles hasta el ultimo momento en que uno se termina sintiendo mal de golpe y sucede lo que sucede.

En todo lo restante que comentas, estoy totalmente de acuerdo con tu opinion.

Bexos
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Gaviota -

Mi querido Citi, me han tocado las mismas experiencias, la ruta Tijuana-Zacatecas es como si fuera un Rojo de los Altos volador (mis coterráneos que se van de mojados no se distinguen por su ligereza de equipaje).. y la gente necia siempre será necia. Aunque´no todo es malo, en mi regreso del DF el miércoles pasado, se retrasó el vuelo 45 minutos, estando sentada leyendo el periódico esperando el despegue, llega la sobrecargo y me pregunta: vuela sola señorita? -tenía a un chavo al lado- y yo, si. Ah, mi supervisor la invita a pasar a Clase Ejecutiva... y yo... Perfecto!! tomé mi bolso y a primera :) Maravilloso :) Besitos y gracias por tus palabras, el día pinta mucho mejor!!!

angie -

De acuerdo en casi todo, digo en casi porque me ha tocado viajar más de lo que el promedio y considero que el tema de los niños que lloran es comprensible, no lo digo porque mis hijos lloren, de hecho son tranquilos, pero si sé que se les tapan los oidos y se marean mucho, como no entienden que les pasa, pues no les queda más que llorar por su desventura... pero para eso existe Mr. I-pod, oh si!
Y bueno mi peor viaje fue precisamente el que hice Los Angeles-Guangzhou donde le planté 16 horas sentada junto al único obeso del avión que se dormía y se me venía intermitentemente hacia mi asiento... solo falto que se me babeara encima mientras roncaba...! y para rematarla recuerda que al llegar, mi maleta no llegó!!!
Mil besos!