Vida Íntima y...¿privada?
¿Quién dijo que la vida íntima de cualquier persona, tiene que ser privada?
Dos conceptos que parecería que son similares, y que se sobreentienden, pero que no necesariamente tienen relación.
Sobre todo cuando hablamos de la vida sexual de nosotros. Algunos optan por tener secrecía total sobre sus devenires sexuales, y algunos más no tienen empacho en contar detalles de lo que hacen de su vida sexual.
Muchos de éstos últimos, dentro de su atrevimiento erótico, buscan nuevas fronteras de placer, y es cuando llegan -en muchos casos- a tener encuentros sexuales en lugares públicos. Penados -de penalidad, eh-, en algunos países, tolerado en otros o alguna indiferencia en muchos más, tener sexo en lugares públicos se sumaría a la lista de lo que yo llamo fetiches (lo sé, esos per se no son fetiches, pero yo así los llamo, así que evítate aclaraciones). Los que siempre han dado la nota en materia de filias sexuales han sido los holandeses (pero los alemanes no se quedan atrás). Quién sabe por qué cosas de la vida, los holandeses ahí donde los vemos de güeros y pálidos, tienen una sexualidad bastante desarrollada. O digo yo, algo más pública que el promedio de los seres humanos.
Sus vitrinas con prostitutas, emblema mundial del comercio sexual. Y de ahí, nos descosemos: salas de encuentros sexuales, bares para romper con la fidelidad por una noche, centros de espectáculos donde la carne y las ferhormonas son las protagonistas, tiendas sexshop, hoteles de mala muerte donde el anonimato es el excitante de la noche. Y claro, el sexo en los parques... Como si lo anterior no fuera suficiente, en aquellas tierras hay también lugares públicos -literalmente, en toda la extensión de la palabra-, abiertos y al aire libre donde practicar el sexo. Recientemente, autoridades estudian leyes para castigar o permitir el tener sexo en los parques, específicamente en el famoso parque Vondel, donde al caer el sol, al lugar llegan varios hombres gays a tener encuentros furtivos, teniendo como escenario el verde de los árboles (porque eso sí, el verde es vida).
y ¿qué pasa con la policía? Sencillo, el portavoz de Ámsterdan lo dice: "No está penalizado tener sexo en el parque, pero tampoco está permitido. Cuando la policía descubre a una pareja in fraganti, sólo le llama la atención y le pide retirarse", dijo Herbert Raat, portavoz de la Alcaldía de Ámsterdam.
Y como el verde es vida, el detonante del debate sobre lo que sería la reglamentación del sexo en el parque fue una iniciativa diseñada por el concejal Paul van Grieken, del Partido Verde, quien en un documento estratégico titulado "Utilización del Vondel", propone permitir la práctica del sexo en este lugar. El proyecto plantea por ejemplo, que sólo se permitiría tener sexo al caer la noche, lejos de las zonas destinadas a los niños y de una manera discreta.
Mientras que algunos ven con buenos ojos la reglamentación, otros sectores de la población consideran que de ser así, muchos otros grupos estarían exigiendo sus derechos. Como es el caso de los nudistas que no pueden asolearse sin usar ropa interior o los jóvenes miembros de brigadas de scout, quienes no tienen permiso para acampar de noche.
Incluso las personas con perros podrían reclamar que sus mascotas puedan andar sin cadena por el parque sin riesgo a ser multados (o incluso, los mismos perros multar a sus amos por dejarles sueltos en el parque). Por ahora, sólo está en veremos la famosa relgamentación...
Y hablando de privacidad de identidad y vida íntima, resulta que FaceBook está en un severo problema. Una investigación de la BBC puso luz sobre el tema de la seguridad de la información de los usuarios de la página de redes sociales, FaceBook. En su investigación, BBC descubrió que mediante las aplicaciones que ofrece el portal para hacer más dinámica la página a los usuarios, es posible obtener nombre, fechas de nacimiento y lugares de origen de los usuarios y sus amigos.
Para más detalles del asunto, puedes ver el video de la nota dando click aquí mero.
Y ya entrados en el tema, lo último desde Japón: un hombre de 57 años, que trabajaba en la alcaldía de Kinokawa, fue dado de baja porque se descubrió que había visitado en horas laborales 780,000 páginas pornográficas en los últimos nueve meses, alcanzando su mayor índice en julio, cuando registró 170,000 hits. En un jornada promedio llegó a visitar 8,000 páginas, es decir, algo así como 20 webpages por minuto. Las autoridades han decidido bajarle la categoría y el sueldo a pesar de haber sido inundados por llamadas telefónicas de residentes que -indignados por la noticia- piden un castigo más fuerte.
¿A dónde vamos a parar?
2 comentarios
Demry -
besitos.
Gaviota -