Blogia
Lo que no sabes...

La última y nos vamos...

Hablar de estrategias de comunicación gubernamental, es como hablar de astronomía con arquitectos: un tema del que muchos hablan, pocos conocen y nadie sabe.
Así, en las áreas de comunicación social o prensa del gobierno y sus entidades, se arrastran con viejos esquemas de trabajo periodístico, nada más que aplicados en el tema de comunicación de gobierno. Que, obvio, son dos cosas y no lo mismo.
Cuando se ha trabajado en ambos lados del tema de la comunicación -desde los medios y desde el gobierno, como mi caso- resulta toda una novedad tratar de implementar métodos de trabajo de comunicación adecuados y los propios de la comunicación gubernamental. Pero eso sí, esa novedad de la que hablo arriba sólo se toma como "buenas ideas", pero que al momento de llevarlo a práctica los jefes, los superiores no siempre la ven con buenos ojos.
Plantear un esquema de trabajo, con el órden y metodología que se requiere al comunicar obras y acciones de gobierno, es impensable cuando se tiene como jefe inmediato -un subdirector- a un hombre que ha trabajado toda su vida en entidades públicas y que se mueve y reconoce más el medio de los que hacen el periodismo, que de aquellos de los que ejercen una buena comunicación. No es que esté dudando del talento de mi jefe enmediato en la secretaría en la que estuve trabajando por tres años, simplemente, como siempre lo he dicho, teníamos formas distintas de trabajar la comunicación. Él especulaba con el radiopasillo; yo ejecutaba más y trataba de hacer más eficiente la comunicación. Resultado: que al cabo de los meses y años, preferí trabajar más de cerca con mi Director General, que entendía y gozaba -y percibía la comunicación- más acorde conmigo. Resultado 2: más de un gol por el ángulo derecho a mi subdirector.
Todo esto viene a colación porque recientemente asistí a una universidad capitalina a una conferencia con la Secretaria de Energía, Georgina Kessel. La conferencia se antojaba somnífera, porque la señora Secretaria se puso a leer de la pantalla una presentación power point larga y aburrida. Las cosas se pusieron más interesantes cuando uno de los ponentes, Cuauhtémoc Cárdenas, comenzó a proponer sus buenas ideas de buen gobierno (muy a su estilo, y me guardo mis comentarios). El debate no se dio y se buscó más, sobre todo por parte de la Secretaria, la coincidencia de puntos y acuerdos y no una confrontación en un lugar que no era el adecuado (osease, de que la mujer nos salió inteligente, no queda duda).
Después de la conferencia, en un salón se realizó una conferencia express con medios de información, donde hablaría la Secretaria Kessel.
La conferencia de prensa no duró más de 10 minutos. Me llamó la atención que a su lado estuviera sentado un hombre, entrado en sus 50 años, tal vez, que le hablaba cerca del oído a Kessel. Antes de que comenzaran los cuestionamientos de los medios, el hombre explicó la mecánica de la conferencia de prensa: sólo 5 preguntas a la secretaria.
El hombre identificaba perfectamente a cada uno de los reporteros, esto porque cuando les tomaba la palabra, decía el nombre del hombre o mujer y al medio al cual pertenecía. Cuando un reportero, de La Jornada por cierto (y me guardo otra vez mis comentarios), lanzó una pregunta, el hombre al lado de la Secretaria sólo dijo, escueto, breve, con fuerza: "Esa pregunta ya se hizo, gracias".
Dos, tres más preguntas y con los micrófonos que tenía frente a sí, el jefe de prensa (quiero suponer yo) de la Secretaria dijo: "Gracias es todo, buenas tardes por su asistencia". Y se encaminó detrás de Kessel, al tiempo que equipo de seguridad de la funcionaria hacía una valla humana para cortar y evitar que los reporteros se interpusieran en el camino al estacionamento.
Mi conclusión: No creo que el hombre en cuestión fuera nuevo en el ámbito periodístico, pero sí me sorprendió que estructurara y dirigiera tan a la perfección la conferencia de prensa: sin que se le saliera el asunto de las manos, sin provocar irascibilidad en los reporteros, y mejor todavía, dejando en claro cómo es la dinámica, al menos, en esa dependencia.

0 comentarios