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Lo que no sabes...

¿A dónde me invitaron...?

La noche del viernes "R", un amigo de muchas horas de vuelo en cuestión de antreadas y música electrónica, me dijo que saliéramos.
Ante mi negativa, la propuse que mejor saliéramos al siguiente día, el sábado. Aceptó mi propuesta y me comentó que en un lugar del Centro Histórico del D.F., tocaría el Dj que tocaba en uno de los mejores antros de nuestros años mozos, el Dj Lalo R.
El sábado termimanos de ponernos de acuerdo y rallando las 12 de la noche llegamos mi amigo "R", el Sr. ABcedario y yo a un antro que se llama "Pasaje América", ubicado a un costado del Sanborns de Los Azulejos.
El antro en sí pintaba friki: alfombra en todo el piso, palmeras, iluminación seudo robótica, espejos en las paredes y un sonido que en vez de disfrutarse martillaba de manera absurda los tímpanos.
Tal vez queriendo retomar una costumbre que por un tiempo (muy corto, por cierto) se quiso implantar en algunos antros, el antro en cuestión "abrió" pista a la 1 de la mañana. Mientras, en los 60 minutos que estuvimos en el lobby (que se antojaba más como escenario para película kitsch) comenzamos a hacer lo que bien nos sale: comer gente.
El público asistente era bastante diverso: desde mujeres y hombres muy fashion, hasta asistentes que se pasan de lanzas con sus fachas (porque claro, como es un antro del Centro Histórico, pues se les hace muy nice y trendy vestir como zombie o de la forma más intrascendente).
A las 1 de la mañana empezó "lo bueno"....
No abundaré mucho, sólo mencionaré a manera de ideas algunas conclusiones que hicimos el Sr. Abcedario y yo:

1.- Seguimos sin entender la dinámica de la "cadena" a la entrada del antro (y no podemos dejar de lado al cadenero).
2.- Más absurdo la estúpida pregunta del cadenero: "¿Tienen reservación o están en la lista?" ¿En la lista de qué o de quién? ¿Qué gano si estoy en ella? ¿Ahorrarme los 5 minutos que siempre hacen esperar los cadenero de los antros heteros?
3.- Cuando la gente promedio tiene un consumo promedio ("No más de tres rolas porque me aburro", son los argumentos de la mayoría de ellos) de música electrónica, es un dolor en la entrepierna ver cómo enloquecen por cualquier muchachito que se para frente a una consola con su computadora Apple.
4.- Hicimos un comparativo: cómo se comportó la gente en el rave de Ferry Corsten (que en su momento aquí narre algunas breves del evento), y cómo se comportó la madrugada del domingo: con Ferry Corsten (o en cualquier rave o buen antro de buena música electrónica) hay un ambiente generalizado de alegría, la buena música y el buen manejo de ella genera una cálida euforia en todos los asistentes. O como dirían algunos: hay buena vibra. En el evento del sábado lo mismo algunos bailaban como si estuvieran escuchando a Maná (y me guardo mis comentarios), que si estuvieran escuchando al legendario y aburrido Claudio Yarto. O sea, cada quien tiraba pa’ su más próximo referente musical.
5.- Nos sorprendió (en lo particular siempre me ha sorprendido) que muchos heteros a la hora de llegar al antro ya están pedos. ¿O sea, cómo? ¿Porqué? Más gacho es ver que las mujeres, tal vez en la onda de querer demostrar que también tienen poder y que no son el sexo débil, consumen lo triple de los hombres, pero en la mitad de tiempo. Resultado: ellos más brutos de lo normal, y ellas confundiendo el baño de hombres con el de mujeres, trastabillando al caminar y riendo solas recargadas en una pared. Saquénl@s más seguido.
6.- Siempre en este tipo de eventos está presente una "Pérez Hilton". Así es, clásica chava delgadita, pelo teñido de rubio rubio rubio, y con unos dientes (naturales o postizos, es lo de menos) y con una sonrisa que quiere conquistar a los asistentes, y pasar como mujer de mundo...¡De risa!.
7.- En este tipo de eventos se encuentran clones de celebridades internacionales: en la fiesta estuvo el hermano gemelo perdido de Borat. Nos quedó la duda al Sr. ABcedario y a mí si traía su sensual traje de baño debajo de su ropa.
8.- Al final de la noche, y todavía hasta la tarde del domingo nunca supimos a qué tipo de evento fuimos: no sabemos si fue una fiesta privada con mucha gente wannabe, no sabemos si estuvimos en un antro, no sabemos si estuvimos en el lanzamiento de la disquera independiente de Dj Lalo R y sus tres amigos con los que tocó (uno peor que el otro, qué lástima que Lalo se mareó al subirse en un taquete) o si solamente estuvimos en una reunión donde cada quien se lució y presumió su mejor sonrisa.
9.- Si bien no fue un super evento del cual me haya lamentado de no ir, creo que me divertí... y no por el lugar ni por el ambiente, sino por la compañía.

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