Si llamas para cobrar, piénsalo dos veces
> A muchas personas les interesa mi estabilidad financiera.
Y se los agradezco.
Aunque debería de decir que a muchas personas, que no conozco ni me conocen, si acaso solo por mi nombre, les interesa mi estabilidad financiera y mi comodidad. El que me sienta a gusto y bien atendido.
Recientemente dos sucesos me refrendaron ese sentido de atención al cliente tan desinteresado que muchas empresas tienen particularmente hacia mí. Lo malo, es que muchas de esas mujeres que se desviven por verme tranquilo y con mis finanzas personales sanas tiene realmente poco sentido del humor.
Una noche llegábamos el Sr. ABcedario y yo a un restaurante Vips. Como es costumbre y debido a un proceso de atención al cliente que aún no entiendo, algunas personas en el lobby esperaban lugar, por lo cual se encontraban anotadas en lista de espera. Realmente no eran muchas las que de forma resignada e impaciente aguardaban de pie a que les asignaran su lugar (la ventaja de ser no fumador es que los fumadores siempre tienen que esperarse a que terminemos nuestras largas charlas lo no fumadores… qué maravilla).
En eso de forma mecánica, como es costumbre también, la nueva jefadepisogerenteencargadahostess del Vips nos atiende y dice que si deseamos esperar mesa o pasar directamente al área de no fumadores (en los que invariablemente hay lugar… una ventaja más de que los fumadores se peleen por un lugar en los cada vez más reducidos espacios destinados a ellos...).
Su diálogo cálido y cansado de repetirlo fue breve…
- ¿Quieren que los anote en lista de espera?
Y Citizen, como no pudo quedarse callado ni tomarse por un segundo las cosas en serio, atinó a responder…
- ¿Qué ya es voluntario el anotarse? – soltando una carcajada.
La jefadepisogerenteencargadahostess nos miró de reojo con cartas en las manos, y nos condujo, con paso firme y esbelta, a nuestra mesa… Y fue cuando me pregunté ¿porqué si están en un lugar que es de Atención al Cliente tienen tan mal humor?
¿Los clientes tenemos la culpa que les paguen una miseria y que todos los gerentes en turno se las quieran llevar a la cama?
Entiendo que muchas personas de ésta ciudad son una bola de pelados y mugrosos. Y así me lo dijo hace un par de semanas una señora que recoge los boletos de entrada a un museo luego de que le deseara buena tarde.
- Ay joven perdón, pero es que una saluda a las personas y muchas veces responden enojadas… así que mejor he optado por ya solo recoger los tickets y ya.
También, como en su momento comenté aquí, las empresas de cobranza de los bancos andan muy afanosos en sus labores de llegar a un acuerdo en que ambas partes (Banco- Citizen) les convengan. Pero claro que a Citizen no le convienen tales acuerdos así que opta por responderles vía telefónica: “No me convence tu plan de pagos… hazme una mejor oferta y llámame”. Porque sí, siempre he pensado que si realmente tienen interés en que uno les pague pues tendrían (eso en mi mundo imaginario) que hacer propuestas de pagos interesantes y no que salgan con el clásico: “Si usted paga para mañana 26 mil pesos, ya solamente le quedan 9 pagos de 2 mil pesos…”… ¡Y tu malteada de que sabor la quieres!
Y algo así pasó pocos días atrás.
Me llaman de una empresa de cobranza ubicada en el norteño estado de Nuevo León. La retahíla, sabida y repetida miles de veces por éstas mujeres, pues ronda en nuestro bienestar emocional y de dinero. Cuando la mujer regia me explicaba lo que ya se: que les debo tantos cacahuates y que para que la deuda no crezca les tengo que pagar en pocos días parte de esa deuda, la corté súbitamente y le dije: “Muy Bien Perenganita, ¿qué me propones?”.
Su respuesta fue maravillosa…
- ¡Que pague para mañana tantos mil pesos!
Creo que no está de sobra decir que al ser una empresa de cobranza y ella una agente que tiene que llamar a varios deudores, al cobrar algunos montos la empresa y ella llevan un porcentaje de ganancia… Entendiendo esa lógica de SUS ingresos es que llego a la conclusión que realmente no les interesa que Citizen pague sus deudas y salga del purgatorio a la brevedad posible.
La respuesta de la regia me dio risa. Y la regia, cumpliendo a cabalidad su trabajo de cobrar, siguió insistiendo al tiempo que tecleaba como secretaria de segunda:
- Entonces Señor Citizen, ¿para mañana hará su pago de tantos mil pesos?
Y Citizen respondió…
- ¡NO!
Y aquella insisitó…
- ¿Cómoqueno? -seguido, sin pausas- Pues pida dinero, o a alguien para que haga su pago…
Y Citizen ya entercado (que no le cuesta trabajo):
- No, no tengo dinero… Te puedo pagar hasta mediados de diciembre…
Y aquella corajuda como buena regia:
- ¡Nooo! ¡No lo puedo esperar hasta diciembre! Su deuda crecerá tanto por ciento, y tendría que pagar 4 cacahuates más… ¿En serio no le puede prestar nadie dinero, Sr. Citizen?
Y Citizen se aventó la puntada de responder:
- Bueno Perenganita préstame tú ese dinero, al cabo que tienes todos mis datos, ya sabrías dónde cobrarme…
Y la regia sólo dijo:
- ¡Mmmm!
Pero sí, en mis adentros me estaba descosiendo de la risa…
Y llegué a una segunda conclusión muy grande: O Citizen es un rebelde sin remedio que ha perdido el temor a Dios, o las encargadas de atención al cliente tienen poco sentido del humor… Y creo que lo segundo tiene mucho de cierto.
2 comentarios
Gaviota -
Superhero !! -
Citizen tiene un tremendo sentido del humor.
Y por lo visto tambien le debe muchos cacahuates a algunos compas.
Me pregunto, son efelantes esos que te cobran con tanta insistencia?
.
JA JA JA.
Saludotes compa!!