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Lo que no sabes...

Esos granitos tan...¡ouch!

> ¡Que levante la mano aquel que nunca haya padecido el calvario de tener un granito en lugar tan inapropiado!
Es que la verdad, pasados los años de la adolescencia, los granitos ya no se concentran en la cara.
Yo te puedo decir que desde que ya no tengo problemas de acné en la cara, han tenido el buen tino de salir en... bueno, en lugares poco reales para un granito.
Ah porque eso sí, de que son impertinentes no hay quién les gane.
Exctamente el día que uno tiene un compromiso donde hay que guardar la compostura, exactamente ese día sale un granito en la nacha izquierda. O en el muslo, por la parte interna donde se roza con la costura del pantalón.
Y qué decir, caray, de aquellas ocasiones en que estando rascándonos la cabeza, derepente ¡OUCH!, un granito exactamente donde pusimos más enjundia al rascar.
Pero los granitos tienen su encanto. De no ser por ellos aquella conferencia o junta con el jefe sería más aburrida, porque resulta que mientras se están dando los planes de crecimiento para fin de año, uno se concentra en el cómo y porqué salió ese granito en tal lugar. Y empieza uno a conjeturar. Porque digo, al menos yo empiezo a pensar en que tal vez salió ahí porque al bañarme no me tallé bien, o tal vez no me enjuagué y quedó un poro tapado que con el calor del agua de la regadera causó que la piel quedara calientita y no pudiera sudar como debe de ser y claro, el poro tapado por el mal enjuague hizo que saliera ese granito.
Hay situaciones que de plano no encuentro pies. Por ejemplo, hoy en la tarde, a medio camino me agarró la lluvia. Mi plan original era ir a una conocida cadena de restaurantes a pasar la tarde leyendo con un café. Pero con la lluvia mi plan cambió y en el camino me quedó más de modo, para no mojarme tanto, una conocida cadena de cafeterías gringa en la que dicen es muy bueno el café.
Hacía mucho tiempo que no me paraba en un negocio de esos y mientras me daba por enterado de que ya cambiaron el manú de opciones de bebidas, me dirigí a la barra y pedí mi café late. Pago, me lo entregan -luego de gritarle a todo el mundo que Citizen iba a tomar un café late- y me voy  asentar a un sillón que se me antojaba recién sacado de una bodega. Miro la alfombra y es evidente que hacía muchos meses no le pasan un estropajo y cepillo. Bueno, me siento. Saco mi libro del momento, empiezo a leer. Con una mano sostengo el libro, y con la otra comienzo a explorar mi cabeza.
Mientras el protagonista del cuento (últimamente me ha entrado la onda de leer cuentos, ya no tanto novelas como tal) mata a una anciana condesa que tenía un gran secreto para ganar partidas de póker, mis dedos tocaban y rascaban suavemente mi cuero cabelludo.
Repentinamente mis dedos se topan con una protuberancia que al tacto se sintió como del tamaño de una bola de basquetbol. Ya explorándola más detenidamentre no era de basquet la bola. Nomás, a lo mucho, del tamaño de un frijol. Y lo tocaba y sentía lo duro que está.
Y pensaba el cómo fue que ese granito del lado derecho de mi nuca, poco abajo del lóbulo de mi oreja, nació así como así. Semanas atrás cambié de shampoo porque el que estaba usando me resecaba mucho la piel y me daba mucha comezón. Parecía perro con pulgas. Y vinieron mis hipótesis de porqué ese granito, de esas dimensiones tomó la decisión (criticable, po supuesto) de alojarse en mi nuca. Y no, realmente no encontré respuesta clara y precisa. A lo mucho, tal vez, por el gorro que me estuve poniendo en la semana, para calentar mis orejas y conservar la termperatura corporal. Tal vez, tal vez...
Mi conclusión es que los granitos más molestos son los que salen en las nachas, en la entrepierna y en ocasiones en el pié que molestan porque salen -siempre, siempre...- en la zona donde se amarran las agujetas.
¿Acaso los granitos son videntes y saben nuestros planes para salir en el lugar y momento equivocado?
Quién sabe... pero, ¿cuál es el lugar más molesto en que te ha salido un granito?

2 comentarios

CRUDO -

a un camarada mio le salio un granote enterradop en la nuca tambien, estaba gigante y lo tuvieron que operar, se lo sacaron y se lo dieron en un frasco, era una especie de mutante que hasta parecia tener vida propia, nomas de acordarme me da asquito neta jaja

Superhero -

jo jo jo jo
.
Te confieso que al inicio de tu post crei que te habia salido un granito en... en... en... bueno en el 'asterisco'. je je
¡Pero ya vi que fue en la nuca!
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Pues a mi casi no me salen granitos. O mejor dicho no les presto mucha atención a los muy pocos que a veces me salen.
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Ahhhh, si, ya me acordé.
Un par de ocasiones me salieron unos granitos chiquititillos en la orilla de mi jeta.
Utaaaaa mae... se me ocurrió exprimirlos y dolieron como la chingada. Hasta lagrimitas me salieron.