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Lo que no sabes...

Trabajo en esto porque...

Trabajo en esto porque...

> Seamos honestos por una vez en este día y reconozcamos: "Sí, he visto porno".
No importa si una vez, o dos veces, o nos la pasamos a diario pegados en el porno. Todos (o al menos casi todos) hemos visto segundos, minutos u horas de cine porno.
Pero la industria porno con el paso de los años se ha convertido prácticamente en una sociedad secreta: llena de leyendas, mitos y mentiras... y pocas verdades.
Que si los actores son máquinas sexuales (agregando aquello de que tienen que regar su propio mito); y que ellas son mujeres insaciables que gozan con las penetraciones.
Pero no. Por principio de cuentas, antes de aparecer en bolas frente a las cámaras, son seres humanos. Y no vengo a defender a la industria porno (como tampoco lo he hecho con la industria editorial, en la cual trabajo).
Me topo con el programa español "21 días", de la conductora y reportera Samantha Villar. En su programa mensual se somete por 21 días a todo lo imaginable e inimaginable. Es, con un poco de atrevimiento, una especie de Jack Ass. 21 días fumando marihuana, 21 días sin comer, 21 días trabajando en una mina... todo con las cámaras frente a ella. Ahora, en su más reciente edición se metió en el mundo del porno: 21 días en la industria del porno.
Entrevista a personalidades -y personajes, a final de cuentas- del porno español.
Hay dos coincidencias en común en las pláticas de los actores y actrices porno: que siempre se vieron haciendo porno y que lo hacen porque a final de cuentas es trabajo. "Desde adolescente me vi haciendo porno. Mientras mis amigos andaban en cosas de su edad, yo me grababa con mi novias y en mis aventuras", dice Totó García, un joven actor y empresario del porno.
Por la otra parte está Diana Dean, otra joven estrella del porno. Todos los nombres de los actores y actrices son, obviamente, inventados. Ella no firma Diana Dean en los recibos de las tarjetas de crédito, y el otro chico dudo mucho que haga pedidos a Pizza Hut con el nombre de Totó García. A final de cuentas son integrantes del mundo del entretenimiento.
Las declaraciones de Diana son interesantes, en el sentido de si hacemos en el trabajo lo que nos gusta per se, o porque nos representa un ingreso monetario. "Diana Dean me ha abierto más puertas que yo misma", dice en la entrevista. Diana se muestra satisfecha en haber sido la primera mujer española en hacer un Bukkake, es decir que varios hombre eyaculan sobre ella. O bueno, a lo mejor no la primera mujer española en haberlo hecho, pero al menos sí en grabarlo y cobrar por el show. Cuando la atrevida Samantha le pregunta si realmente le gustó el haber hecho el Bukkake, Diana levanta los hombros, desvía la mirada y contesta: "Es trabajo". Pero agrega: "Pero por haberlo hecho la primera vez y haber sido la pionera en eso pues ya estoy contenta". Un poco más de detalles de ésta entrevista dando click aquí.
Luego, ya entrada la madrugada, precisamente a las 4, todos tienen que estar despiertos porque el buen Totó grabará una escena de sexo en un lugar público. Y claro, si pensabas que el porno era prende la cam, desnúdate y démosle hasta donde nos aguante, estás equivocado. Al menos Totó planea cada escena. Y lo mejor de todo: practica las posiciones que tendrá cada escena.

La industria del porno es puro entretenimiento. Aunque los actores y actrices confiesen hacerlo porque ganan buen dinero. ¿Un trabajo en el que se está por dinero hace que perdamos nuestras expectativas?


Más allá de lo que nos muestra Samantha, y que no deja lugar a dudas que la industria porno es una industria de entretenimiento, y como tal debe haber un equipo con algo más que chícharos secos en la cabeza, nos queda claro y nos confirma que ellos no son máquinas sexuales, y que ellas no siempre desean sexo. Sí: ellos también tienen problemas de erección en plena grabación, y a ellas también les duele la cabeza y no desean sexo. Pero tienen que hacerlo, de lo contrario no llevarán dinero al bolsillo.
Claro, quedan las palabras de Diana Dean en el aire: "Lo hago porque es trabajo", aunque tal vez olvidó decir u omitió intencionalmente las dos palabras que ya estás pensando: Y DINERO. Incluso el afamado actor Nacho Vidal reconoce que está en el mundo del porno porque es lo mejor que sabe hacer. "Siempre quise destacar y ser reconocido en algo". En el 2003, fecha de la entrevista, se calculaban sus ingresos entre 1,500 y 2,000 euros por escena de sexo. Cosa de 36,400 pesos mexicanos al tipo de cambio del día de hoy.
Diana nos da a entender que lo hace no porque represente un reto profesional o porque disfrute su trabajo, lo hace porque le genera buena pasta. Dinero que, honestamente, dudo mucho que le paguen en una industria "seria y formal". Aún así, hay casos que no dejan de sorprendernos. Shigeo Tokuda es un hombre que bien podría pasar como oficinista. A sus 73 años, ya retirado de su trabajo como agende de viajes, decidió darle la vuelta a su vida. No. No se fue de viaje por seis meses. No se puso a estudiar otra carrera. Tampoco puso un negocio. Tokuda ingresó a sus 73 años al mundo del porno. Sus películas, comenta en entrevista, se venden principalmente entre personas de mediana edad y mayores. Tokuda espera trabajar hasta los 80 años, o más si la vida le alcanza. Lee la entrevista publicada en el periódico español El Mundo.
Dos lados de una misma moneda: dedicarse a algo porque no hay de otra; o aprovechar el tiempo libre y generarse ingresos extras.
Tú, ¿trabajas en tu puesto actual por que te gusta o porque te genera buena pasta? ¿Un trabajo en el que se está por dinero hace que perdamos nuestras expectativas?

2 comentarios

LaExploradorA -

Qué interesante artículo! Y en esta época de crisis más de uno terminará sumándose a la industria porno, jaja Lo que creo es que uno es feliz cuando gana bien, hasta que se siente reventado y se da cuenta que el dinero no compensa el tiempo perdido... Dejo mi saludo!!

lester -

Tengo la plena convicción de hacer lo que me gusta. Llevo al límite mi pasión y, además... me pagan!!! =D Que chido, no?