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Lo que no sabes...

¿Kindle? No, gracias.

¿Kindle? No, gracias.

> En varias ocasiones ya he comentado aquí que la tecnología no me es indiferente.
Me llama mucho la atención, y en la medida de mis posibilidades accedo y hago uso de ella.
Me parece apasionante e interesante ver cómo evolucionan los gadgets, los cacharros, los aparatos. De un simple teléfono celular, aquel primero que tuve hace 12 años que se limitaba a hacer y recibir llamadas y que tenía como gran adelanto el identificador de llamadas. Actualmente con un mismo aparato hago llamadas, envío mensajes cortos, mensajes multimedia, escucho música, programo alarmas, y navego vía Wi fi. Es decir, en 12 años un simple teléfono móvil se convirtió en un dispositivo de comunicación y entretenimiento.
Por otra parte las computadoras ya son personales. Ya quedó prácticamente atrás aquel conjunto de cajas de plástico que hacían mucho ruido. Monitor y CPU se fueron adelgazando. Ya no más molestos ruidos del procesador como si tuviera agruras. Ya no más zumbido por el ventilador. Ya no más monitores estorbosos. Todo se ha reducido a una tabla de no más de 30 centímetros como las netbooks.
Hasta aquí la tecnología me ha dado muchos y gratos comentos. Claro, sin dejar fuera la portabilidad musical através de los reproductores mp3 y el sucesor mp4.
La tecnología me ha cambiado la vida, y la forma en la que produzco y me hago productivo. La forma en que me entretengo, e incluso la forma de pensar. Un ejemplo es el Dr. Gary Small, del Instituto Semel para Neurociencia y Comportamiento Humano, en la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles), quien ha demostrado mediante experimentos con gente de edad madura y de tercera edad, la influencia positiva de los procesos de búsqueda en Internet sobre las funciones de toma de decisiones y razonamiento complejo del cerebro.
Hasta aquí otro paréntesis y otro aplauso para la tecnología.
Pero un momento... donde ya no me empieza a gustar la tecnología es cuando ésta pretende hacer tecnologizable el mundo real. Cuando las empresas por igual quieren meter la tecnología informática hasta en la sopa, ya no me siento agusto. Y lo digo claramente: el gadget Kindle -desarrollado por Amazon- no me parece un muy buen avance. Al contrario, creo que estaríamos dando un pequeño paso para atrás. Sí, sí. Seguramente me vas a decir que si pienso lo mismo de la música. Que si me puse igual de melancólico-filosófico cuando los acetatos desaparecieron para dar paso a los Cd´s, y que éstos están agonizando por la música on-line. Tanto así que se calcula que las ventas de la música on line representarán el 40% del mercado digital para el 2012. Pero aquí hay un aspecto interesante: cuando la música llegó en Cd yo era ya un adolescente y no me representó ningún conflicto emocional la migración de la tecnología.
La cosa se pone choncha cuando uno se entera que Amazon vendió en la pasada temporada navideña más e-books que libros de papel. No soy de los catastrofistas que hacen a un lado la visión de la evolución y apuestan por el retroceso y a que la tierra se parta en dos para que de sus entrañas surga un hijo bastardo del Padre Maciel. Así como no creo en lo absoluto que los periódicos de papel desaparezcan (¡já, já!). Pero algo pasa con los e-books que está desplazando rápidamente a los libros de papel y de pasta rústica.

Hacer compras vía Internet sí es cómodo y práctico. Pero, ¿tanto así como para hacer una vida 100% e-commerce? ¿Dónde quedó el salir para ver el mundo y el entorno? Al gadget Kindle para leer libros gana terreno rápidamente, sin duda. Pero, ¿comprar por Internet libros es más emocionante que dejarse seducir por los libros en una librería? Lo dudo mucho.


No sé tú, pero el hecho de que algunas personas estén optando por hacer su vida desde la comidad de sus casas, sin salir y ver el entorno, ya me empieza a dar miedo. Y no, no creo en los zombies. Estoy de acuerdo que en general hacer compras on line es práctico, es cómodo. No hay que hacer colas ni soportar mujeres que con dificultad manejan su vida y ya traen una camioneta. Pero de eso a que se compre ropa, comida, artículos para el hogar y libros vía mercado electrónico con tal de no moverse. Eso, amigo mío, ya es el extremo de la hueva. ¿Dónde quedó aquella fascinación, cuasi seducción, que se siente cuando uno pasea la mirada por los estantes de las librerías? ¿Porqué dejar la experiencia de leer la contraportada, algunas páginas de forma aleatoria y decidir o desechar la compra de un libro? ¿En verdad hacer algunos clicks en Amazon, descargar y ejecutar un libro digital es más emocionante? Ahora veamos otro punto que a todos nos pasa con la tecnología: supongamos que salimos a las carreras de la casa, o de la oficina. Y ya teníamos el plan de irnos a un café a leer nuestro e-book. Y derepente, caemos en cuenta y, caray, olvidamos el cacharro. O el caso dos: estamos en la parte interesante, por ahí del capítulo dos del libro "Dios mío, hazme viuda por favor" y en ese momento la pantalla parpadea un par de veces y vemos cómo se desvanece el texto. Sí, se nos acabó al pila porque tenemos 5 días que no conectamos el Kindle.
Vamos, a lo que quiero llegar es que si a practicidad apostamos, definitivamente un libro común y corriente le gana el camino al Kindle. Tampoco es que desee que el Kindle se sume a la lista de los fracasos tecnológicos como los reproductores de MiniDisc, el laser disc, los discos duros Zip e incluso el teléfono de Nokia N-Gage. Algunos especialistas se aventuran a afirmar, ya, que la plataforma Windows Vista fue uno de los fracasos tecnológicos más evidentes de Microsoft. Aunque no me extrañaría que en unos dos años el Kindle se integre a la lista. Curiosamente, en el 2007 el portal de tecnología de Terra apostaba a que el recién nacido Kindle sería un fracaso tecnológico por lo costoso del aparato. "¿pagarías 400 dólares por un dispositivo que te permite leer libros pero que no te deja poseerlos?", preguntaba el portal.
Así que lo confieso: si he de adquirir un gadget, el último que tendría sería el Kindle.
En ese sentido soy más clásico.

4 comentarios

pollo -

Son imbeciles o que? ya pasaron dos años y no solo el kindle es un exito va por sur tercera version, y hay otros como el papyro, mox, y varias tablets. Por un lado yo hace mas de 10 añso que compro lso libros en papel pro internet, o sea que el argumento que el libro de papel es la opocicion a comrpa rpor internet es una falacia, uan ignorancia de uan persona anticuda y con mucho tiempo al pedo. Por otro lado, un libro d epapel destruye el planeta, matan arboles que no crecen de un dia para el otro tardan casi 100 años en reponerse, eso si lo replantan solo para usa rel papel para tusd libritos, cuando los podes leer en el kindle u otros sin destuir al mundo. Tercero el comentario de la vita es qu eno saben que esos aparatos uasna tinta electronica? que son especialmente diseñados para leer e imitan el papel a la perfeccion. No como las tablets que si te revientan lso lectores de ebboks no fracadsan ya estan instalados y funcionando, le pifiaste no solo en tu fiutturologia, si no en tus criticas de viejo pedoirro y eso que yo soy mas viejo y vengo dle vinilo. Ademas eso de no poseerlos? si lso tenes en un srchivo , otra mentira para criticar.
Pesima nota y pesimos ocmentarios y criticas. Le pifiaste feo, te van a poner a vos al lado del beta max y el laser disc, por obtuso y obsoleto deja el blog patea pelotas que es lo tuyo

Francisco Perez -

Según la modesta opinión de un psiquiatra, el adquirir gadges tecnológicos de última generación y a precios supercaros, es un vicio realmente estúpido. Dentro de un año, lo que hoy vale 300 euros, valdrá 120 o menos...

Asdrubal -

La sensación de tener un libro en las manos, el olor a nuevo, no se compara. Ademàs, creo que sufriríamos mas de vista cansada por la pantallita del kindle

lester -

Por eso... VIVA EL iPad!!! jajajajaj ese sí es cacharro, no como otros.