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Lo que no sabes...

Atención al cliente... o algo por el estilo

> Últimamente me han pasado cosas muy curiosas en cuanto a atención al cliente se refiere.
Hace poco tiempo narré en este blog, una anécdota donde me quedaba claro que un café frío no era igual que un café con hielo (lee esa historia picando aquí). Pues hace pocos días entendí aquello que dicen los especialistas de que hay que saber escuchar cuando se está atendiendo a clientes, potenciales o no, en un negocio.
No le daré vueltas al asunto y aquí está, contada tal cual la historia que pasé en una conocidísima tienda de maskotas.

Citi.- Hola, vengo por un shampoo para perro.

Chico Maskota.- Sí, claro.

Citi.- Dame ese, el "Doggy Clean", que está arriba.

Chico Maskota.- Ah sí, el "Bubble Dog"...

Citi.- No, el que está abajo...

Chico Maskota.- Ah, el "Perrito limpio y brilloso", lo usamos cuando bañamos a perros...

Citi.- No, está al lado...

Chico Maskota.- ¿Éste? -y toma un tercer producto que no es el que le estoy pidiendo.

Citi.- ¡No! - a éstas alturas no sé si el Chico Maskota me juega una broma, o realmente no sabe dónde está parado, y sigue señalando con el dedo marcas y productos que no le pido.

Chico Maskota.- AAhh, el "Doggy Clean"... perdón, es que estaba algo despistado - se justificó.

Mientras me dejaba ver el producto, me llamó la atención una pequeña caja de cartón que estaba sobre el mostrador. "¿Qué es?", dije en voz alta, más para mí que para el Chico Maskota. Me explicó que es una pecera especial para peces Beta, y que se podía montar sobre la pared.

Citi.- Ah, es que me llamó la atención... no tengo peces, así que nada más quería saber qué era...

Chico Maskota.- Sí, hasta el día mañana está de oferta. Hoy le cuesta $260, ya mañara costará $300, por si se quiere animar.

Y bueno, creo que el Chico Maskota no puso atención ni a mi petición del shampoo, ni a mi comentario de que no me interesaba la pecera porque no tengo peces.
Podría decir que esto fue una especie de atención al cliente autista. Anecdótica, sí, pero que necesité de mucha paciencia. En el fondo, bien pude haber regresado por la pecera. A final de cuentas, nunca está demás una maceta en la casa.
Esto fue una atención al cliente... o algo por el estilo.

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