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Lo que no sabes...

Los recuerdos que guardé... y que olvidé

Menuda tarea me puse a hacer a la 1 de la mañana.
Sin tener mucho frente a mí, y teniendo al computadora encendida, ingresé a mi correo y algo, no se qué pasó, me dijo que era buena idea ponerme a limpiar mi bandeja de entrada del mail.
"Es rápido", pensé, teniendo en mente que hace pocas semanas -o meses- ya había realizado tal tarea... pero en otra cuenta de correo.
Cuando comencé a avanzar por el listado de mails, y de preguntarme qué me llevó a guardar correos de remitentes que ya no me acuerdo, fue cuando el colmo se me apareció en forma de correo...
El mail está fechado en el mes de febrero, y dice en el título del mismo "Ejemplar de Miklos"... como del día de hoy a febrero mi memoria se ha perdido en cientos de mails más, le doy click para revisar (recordar) de qué se trata. Bueno, siendo breves y para que veas por dónde anda mi cabeza en algunas ocasiones, resulta que me informan que soy el afortunado ganador de un libro. Así es, y no me preguntes más porque no sabría si reir o llorar. Por lo que intuyo, en aquellas fechas participé en alguna trivia organizada por el periódico Excélsior de México donde, claro está, através de algunas preguntas los concursantes obtenían el premio en cuestión. El título del libro está por demás recordarlo, o al menos hacer el esfuerzo por traerlo a mi mente.
También, en la laboriosa faena de hacer aseo en el mail, me he econtrado con cualquier cantidad de personas cuya primer línea del mail es "Estimado Citizen" o "Querido Citizen".
Y claro, no puedo dejar atrás ese largo historial de correos que mandé recién que salí de mi trabajo anterior y cual desarrollador de spams mandaba correos a conocidos y desconocidos. A grado tal contacté a personas, que una chica, al recibir mi información curricular me respondió con un "Gracias...¿Quién te dio mi correo?". Creo que a ésta chica le preocupaba más el cómo supe de su existencia, que las fortalezas y talentos que podía ofrecer en su empresa.
Seguramente, porque hasta la fecha me sigue pasando, dejo algunos mails en mi bandeja de entrada para leerlos después o porque estuvieron interesantes. ¡Ajá! Ahora concluyo que fueron tan interesantes que al cabo de los meses los eliminé dejando tras de ellos otra larga lista de mails que, en este momento, me resultan interesantes.
Con esta experiencia me quedo con un sentimiento de duda y cuestionamientos. ¿Porqué guardé (guardo) mails que al cabo de los meses eliminé? ¿Acaso la bandeja de entrada se convierte en una extensión de nuestra memoria, y nos recuerda semanas o meses después cuán hemos cambiado que decidimos eliminar ese recuerdo (mail)?
En esa ola de "eliminar" van trepados algunos correos de algunos ex míos, donde de forma más recelosa que festiva, me saludaban pidiéndole a dios que no les contestara. Pero a veces soy una miseria humana y les contesto. Y seguramente, les hago pasar un mal momento. Problema de ellos.
Correos de amigos del trabajo que ya no forman parte de mi lista de contactos.
Comunicaciones de reclutadoras donde me informan que gracias por mandar la información, pero que realmente no tienen algo para mí.
Y es cuando llego a la conclusión de que los recuerdos se tienen que eliminar de nuestras vidas. Los recuerdos que ya no nos sirven, claro. No hablo de olvidar de nuestros compañeros de escritorio de la primaria, o de olvidar cuando llegábamos tarde a la primer clase matutina de la universidad. Esos recuerdos, que con los años se tornan anecdócticos, y los otros recuerdos, los que nos trazan y definen como personas, son los que hay que guardar. Aunque claro, tal vez dentro de algunos meses o años concluyamos que esos recuerdos llegaron a su ciclo, y hay que desecharlos, borrarlos y alimentar nuestra memoria con lo nuevo que tenemos frente a nosotros.
Así como los mails... hay que borrar datos, referencias, direcciones, información vieja, añeja, para darle entrada a la información que se está generando ahora mismo.
La noche de hoy eliminé 368 momentos de mi vida. Sin dolor, sin pensarlo. Pero dejo, lo reconozco, muchos otros más... para cuando los necesite. Y hasta cuando no los necesite, terminaré borrándolos en otra noche son quehacer, pero por hoy me serán últiles para algo.
Aunque sea para ocuparme memoria del mail.

1 comentario

Mariana -

Hoy tengo sólo 22 mensajes sin leer en mi cuenta principal de correo... de las otras cuentas no te cuento porque llegan a 2000 mensajes sin leer... y es que ¿cuándo decicí que tendría tiempo de revisar tanto correo?

Me pasa como a ti, conservo algunas cosas que creo que son importantes o dignas de ser revisadas, conservadas, transmitidas y una vez que pasa el tiempo todo cambia, todo parece tan poco conservable.

Chida tarea para una noche de estas ;)

¡Besos Citi!

P.D. No quiero que tod@s piensen como yo... ni quiero que tod@s dejen de comer carne porque sí... no quiero llevar a nadie al rebaño... jaja.