A trabajar bueyes...
> Según la sabiduría milenaria de los chinos (y su calendario basado en animales), el 2009 corresponde al buey.
Amén de las referencias despectivas que genere la correspondencia de ese animal para el 09, según nuestros vecinos los chinitos, es un animal que representa la resistencia y la fortaleza al momento de trabajar.
Será el sereno, pero los chinos en su inmensa misericordia, siempre tienen algo de razón en sus apreciaciones de lo que es y lo que hace a este mundo...
Recopilo algunas predicciones que algunos especialistas (y otros no tanto) se han avocado a escribir.
Así que: a trabajar se ha dicho.
PREDICCIONES 2009 SEGUN LA ASTROLOGIA CHINA
2009: BUEY DE TIERRA
Una leyenda cuenta que, cuando Buda convocó a los animales, la Rata viajó sobre el lomo del Buey, que llegó puntualmente a la cita antes que cualquier otro animal. Sin embargo, justo en ese instante la Rata saltó del lomo del Buey y reclamó para sí el primer lugar, a lo cual el Buey, gentilmente, no se opuso. Lo importante de esta fábula es que nos enseña que los años del Buey no los podemos interpretar aisladamente, sino a la luz de su antecesor, el año de la Rata. En efecto, se dice que “lo que la Rata comienza el Buey lo termina” y en cierto sentido el año del Buey es una prolongación del año de la Rata, en el cual lo que se inició entonces se termina de consolidar.
El Buey (Chou) es la segunda rama terrestre o “signo” del zodiaco chino, forma parte de la cruz literaria (Buey-Dragón-Oveja y Perro) o, más dramáticamente "los cuatro cementerios", llamados así porque son los signos que pertenecen al elemento Tierra y representan la fase de declinación de los elementos. Más allá de estos tecnicismos, el Buey rige también sobre la segunda hora del día, desde la 1:00 a las 3:00AM, que en el biorritmo es la hora en la cual el cuerpo humano alcanza su temperatura más baja. Por otro lado, el mes lunar del Buey coincide aproximadamente con el mes de enero, que en el antiguo calendario chino del agricultor se llamaba Da Han o estación del gran frío. Asi, la época que corresponde al sufrido Buey representaba la fase más dura y de mayor escasez del año, por eso el signo se relaciona con el trabajo, la paciencia, la perseverancia y la resistencia. En 1949 (el último año del Buey de Tierra) ocurrió en Oklahoma una divertida anécdota con una vaca llamada Grady, que luego de dar a luz saltó intempestivamente por la angosta entrada de un silo y quedó encerrada allí: la solución para sacar a Grady del silo (sin hacerle daño ni a la vaca ni al silo) fue un tema de discusión nacional en los Estados Unidos y así fue como una vaca se convirtió en el centro de atención de toda una nación precisamente en el año del Buey.
El Buey era el animal de tiro por excelencia en la antigua China: la yunta de bueyes tiraba del arado y con su esfuerzo y sacrificio lograba dar forma al duro suelo. Buey, en estos términos, significa “tirar para adelante”, seguir silenciosamente aún cuando todo parezca estar en contra, crear y triunfar a través del esfuerzo, el mérito, la perseverancia y la paciencia, que lograrán que el duro y congelado suelo suelte al fin su fuerza creadora y comience así la primavera. El año del Buey, entonces, es el que puede traer la primavera a nuestras vidas si de alguna manera tomamos el corazón de este noble animal y aprendemos su lección de "tirar para adelante" con sacrificio y trabajo duro.
En el I Ching o Libro de las Mutaciones, el mes lunar del Buey es el duodécimo y corresponde al hexagrama Lin, que significa la aproximación. El símbolo representa la Tierra sobre el Lago. En otro sentido, alude al liderazgo: la Tierra sobre el Lago simboliza la posibilidad de mirar las cosas desde arriba, con perspectiva, o a la presencia de un líder. El año de la Rata es, como habíamos anticipado, un punto de inflexión en muchos sentidos. Marca un "antes y un después" y si observamos un poco el momento político y económico del mundo, podemos ver cómo ese cambio se está generando. El Buey es la fase de consolidación de ese cambio. ¿Estamos en el buen camino? Debemos creer que sí aunque por momentos parezca lo contrario. El retorno de la luz, que parecía sólo una promesa, se encuentra ahora más cerca, aproximándose. Entonces, no es momento de ceder ni de mostrar flaqueza. Es el momento de hacer el último esfuerzo, el que nos llevará a una meta que ya puede vislumbrarse.
“Inmóvil permanezco ante las pruebas de la adversidad”, así es como el Buey (o Búfalo, según se prefiera nombrar a este animal) se describe desde los textos del primer horóscopo chino, que datan de hace más de 2.500 años, en la época del emperador Huang Ti, y que al igual que el zodiaco occidental presuponen que nuestros caracteres se prefijan por el momento astronómico en que nacemos, y para detallar esa naturaleza utilizan símbolos. Los chinos usan animales. El primero de ellos es la astuta y engañosa rata. El segundo es el buey. El orden no es caprichoso: las leyendas dicen que la rata engaño al buey, y por eso la secunda.
“Me atengo a las leyes de la naturaleza”, dice el Buey, cuyo talante define este 2009. 2008 fue el año de la rata: engañoso, evanescente, se llevo consigo los bienes que engañosamente puso al alcance de los ilusos especuladores y golosos. 2008 nos hizo pagar el precio del camino fácil, el desprecio por el trabajo paciente y la naturaleza. A la rata le gusta el caos.
Afortunadamente, a la rata le sigue el paciente y bondadoso buey. Su tarea es “girar lentamente la rueda del Destino” y devolver la trama de la vida al cauce de la honradez y la virtud. Cuanto fue deshecho por la rata, los campos devastados por su voracidad y ambición, serán arados por el buey, con paciencia y trabajo.
2009 es, pues un año de reconstrucción, en que cada uno debe jugar sus mejores bazas con esfuerzo y voluntad, pero también de respeto y aceptación de las pruebas que el destino ha puesto en nuestro camino.
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