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Lo que no sabes...

Jueves de francés

> Arthur Rimbaud es reconocido por su gran talento a su corta edad.
Sus biógrafos han documentado que a los quince años ya había ganado todo tipo de premios de redacción y compuesto originales versos y diálogos en latín.
Conocí a Rimabud en un reciente curso de creación literaria.
Quedé fascinado por sus letras.
Días después me avoqué a buscar algunos textos. Entre más leo de él más me cautiva su estilo y sus letras.
Unas noches atrás tecleé "Arthur Rimbaud" en el super portal youtube (que El Vaticano se niega a beatificar por la cantidad de milagros que nos hace a los webnautas)... y cual fue mi sorpresa que sí había más de un enlace. Obviamente no supe qué traían los enlaces hasta que empecé a clickear en ellos.
Fue una sorpresa (la segunda) encontrar que un usuario graba poemas de Rimbaud en su idoma original: francés.
Por eso, decido compartir el video de uno de sus textos en francés, y para aquellos que no le parlamos pongo el mismo texto en español.
El texto elegido para hoy se llama Frases

Cuando quede el mundo reducido a un único bosque negro para nuestros cuatro ojos pasmados - a una playa para dos chicas fieles -, a una casa musical para nuestra simpatía clara, yo te contaré.

Que no haya aquí más que un anciano solo, calmo y hermoso, rodeado del lujo inaudito - y caeré a tus pies.

Cuando yo haya realizado todos tus recuerdos - cuando sea quien sabe sujetarte -, te ahogaré.

* * *

Al ser muy fuertes - ¿quién retrocede?, muy divertidos - ¿quién se hunde en el ridículo? Al ser muy malos - ¿qué se hará de nosotros?

Vístete, danza, ríe. Jamás podré empujar al amor por la ventana.

* * *

Camarada, mendiga, mi niña monstruo. Qué poco te importan esas desdichadas y esas maniobras, mis turbaciones. Únete a nosotros con tu voz imposible, tu voz. Un único halago de esta desesperación de vil.

* * *

Una mañana gris, en julio. Por el aire vuela un sabor a cenizas - olor a madera suda el fogón -; flores maceradas -  la confusión de los caminos -; la escarcha en las acequias por los campos - ¿por qué ya no los juguetes y el incienso?

* * *

He tenido las cuerdas de campanario a campanario; guirnaldas de ventana en ventana; las cadenas de oro de estrella en estrella. Y bailo.

* * *

Humea el alto estanque constantemente. ¿Qué hechicera surgirá sobre el crepúsculo blanco? ¿Qué frondas violetas van a descender?

* * *

Mientras los fondos públicos se disipan en fiestas de fraternidad, él toca su campana de fuego rosa en las nubes.

* * *

Acentuando un agradable gusto a tinta china, un polvo negro llueve dulce sobre mi vigilia. Entorno las luces de la lámpara, me tiendo en la cama y, de cara al lado de la sombra, las veo: mis niñas, mis reinas.

 

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