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Lo que no sabes...

Viernes de... multimillonarios

> Hoy es viernes.
La semana empezó con una noticia que a más de uno nos impresionó.
La muerte, el día domingo, del poeta uruguayo Mario Benedetti.
Como sabes por largo tiempo publiqué semanalmente en este espacio poemas, y en las últimas ocasiones esa veta recientemente explorada por Benedetti: los haikus.
Así pues, descanse en paz el poeta de la libertad, del amor, de la amistad.
Por otra parte, hoy es viernes de subasta.
Claro que no me refiero a la subasta de mi blog.
Ni mucho menos subastar mis palabras.
Me refiero a la subasta que se llevará a cabo próximamente del traje o-ri-gi-nal (como diría Super Hero) de Superman. El mismísimo que utilizara Christopher Reeve para la filmación de "Superman 3", en 1983.
La subasta no incluye las botas ni la capa, solamente se contempla el mameluco azul, con orificios a los costados por donde se suspendía con cables al actror para grabar las escenas de vuelo del super héroe.
Giles Moon quien conservaba la pieza textil, considera obtener entre 11,000 y 15,000 dólares. Pero claro, para que vean qué buena gente es este tal Moon, a cambio de la falta de capa y botas, proporcionará los calzones rojos y el cinturón amarillo que Reeve llevó en la primera entrega de la saga.
Pero, ¿en verdad es la pieza original que utilizara el legendario actor Reeve? Para aquellos incrédulos (y crédulos de las transas en las subastas), el trajecito de Superman incluye una etiqueta donde consta el nombre de Christopher Reeve y la talla: "normal", en la costura interna de la pieza del torso.
Digamos que las subastas son una forma no del todo legales, pero tampoco ilegales de hacerse de dinero.
La onda está en ofrecer artículos llamativos para que algunos morbosos adinerados rompan el marranito y se hagan de dinero.
Pero los que de plano tuvieron un golpe de suerte (enorme) fueron tres personas diferentes en dos lugares distintos del planeta.
La primera de ellas fue una mujer de color (y para no variar de nombre extraño), de Washington. Lynita Regis fue al cajero automático en la ciudad norteamericana, y cual va siendo su suerte que en vez de encontrar su pensión del Sr. López, encontró la nada despreciable cantidad de más de 250 mil dólares en su cuenta.
¿Qué pasó? ¿El Sr. López dentro de su demencia decidió depositar esa lanota a una mujer norteamericana? De ninguna manera. El dinero pertenecía al condado King, donde una vez trabajó y tenía privilegios de firmar ante el banco. Al tramitar su nueva tarjeta de débito el banco, de manera equivocada, le dio acceso a la cuenta del condado, específicamente a la cuenta de un correccional. ¿Que hizo? ¿Corrió al registro civil a cambiarse el nombre, que más bien parece marca de exfoliante para la piel? Denunció la equivación y optó por no tomar tal cantidad de dinero.
En entrevista Lynita confesó que se sintió tentada por el diablo. "Es una lucha... somo humanos...pero soy hija de Dios... conseguí ser honesta... aún cuando no tengo nada". Eso sí, pobre pero muy decente.

Las otras dos personas que tuvieron un golpe de suerte fueron Leo Gao y Cara Young, dos neozelandeses que pidieron el 5 de mayo un crédito de 10.000 dólares neozelandeses (unos 6.000 dólares, algo más de 4.300 euros, según cálculos del periódico español El País.) para su pequeño negocio, pero un error del banco (o de dedo, diríamos en México) dejó en su cuenta 1.000 veces más, es decir, más de 6 millones de dólares, según la agencia de noticias local NZPA. Al darse cuenta de tan maravilloso error los neozelandeses, de quienes de hecho se investiga si sus nombres son verdaderos, no denunciaron el error (para Lynita ellos no serían hijos de Dios).
Lejos de avisar al banco y devolver la cantidad, la pareja emprendió la huida (y quién no). Dos días después, el negocio estaba cerrado y el tranquilo pueblo de Rotorua lleno de agentes de policía y detectives privados pagados por el Westpac Bank.
Mientras Leo y Cara (nombres de personajes antagónicos de la serie Narnia) disfrutan de lo que les quedó del dinero, porque el banco dice haber recuperado parte de lo robado, los neozelandeses están que se truenan los dedos por tal desfalco.

Y por último, una joyita: los divorcios millonarios de los famosos.
¿Hasta dónde llegan las cifras de los divorcios de políticos, empresarios y artistas?
Un ejemplo: Silvio Berlusconi, Primer Ministro italiano, se divorciaría de su esposa Veronica Lario, por los coqueteos de Berlusconi con otras mujeres. Se calcula la fortuna de Berlusconi estimada en 6.500 millones de dólares y, en último término, con su carrera política.
"Estoy seguro de que le irá bien, pero no será lo mismo que estar casada con un mil millonario que es una de las personas más poderosas de Europa," declaró el abogado matrimonialista Raoul Felder, entre cuyos clientes se cuentan personajes tan públicos como el antiguo alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, respecto al caso de Berlusconi.
Hay mujeres más afortunadas. Como el ruso Roman Abramovich, han conservado el grueso de su fortuna. Su ex esposa Irina estuvo a su lado durante 16 años, mientras levantó su imperio de petróleo y aluminio. Aunque se rumoreó que tenía un affaire, Irina tan sólo se quedó con un 1,6% de su fortuna, valorada en aquellos momentos en 18.700 millones de dólares.
La cosa no es tan sencilla, dicen los que saben. Aún así las estadísticas de divorcios (llevados a cabo y firmados) son bajas comparadas con el número de multi millonarios en el mundo. Aunque sólo 52 están divorciados en estos momentos, uno de cada cinco de los 739 mil millonarios del mundo han pasado en algún momento por un divorcio. Lo que sí hacen es prestar más atención a los acuerdos prenupciales.
O como dicen en mi pueblo: hay que leer las letras chiquitas al momento del casorio o del divorcio.

Por las dudas, aún no me convence ningún argumento romántico de las bondades del matrimonio. Mejor nos evitamos tan bochornoso episodio, para que al final mejor quedemos como grandes amigos y no que estemos peleando hasta los tornillos.

Buen fin de semana...

1 comentario

Superhero!! -

¡¡wooow!!
Pues se nota que viene asté con las pilas re-car-ga-das compa. ja ja ja ja ja ja
.
Ahhh, ya quisiera yo tener un poco de suerte y que me depositen un chingo de varo por error...
Pero no, para esas cosas tengo muy mala suerte... Tan mala que cuando compro unas Sabritas ni siquiera me gano un tazo.
.
Orale compaaaa... hoy me causaste un ataque de risa tremendo ja ja ja ja