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Verano Sexual: La Amante insaciable

Verano Sexual: La Amante insaciable

> Como nunca antes l@s amantes han jugado el papel de la persona en la cual se depositan y se aspiran a realizar las fantasías sexuales más arrebatadas.
Una mujer, en 1936, decidió poner fin a la vida de su amante en pleno acto sexual.
Todo pasó después de varios días eróticos orgíasticos. Los amantes, llevados a los extremos del placer y siempre buscando alcanzar el orgasmo perfecto se conocieron en el negocio de él.
Ella: ninfómana insaciable.
Él: Deseando ser sometido y controlado.

Y qué mejor forma de acceder a ese juego sicológico que através del sexo.
El nombre de ella era Sada Abe. Crecida en una provincia japonesa, conoció el placer de la forma menos grata: fue violada en su adolescencia. A partir de ahí decidió, no cobrar venganza, pero sí explorar el mundo de la sexualidad humana. Ingresó a un burdel como geisha de bajo rango. Sus conflictos al interior del burdel la llevaron a escapar. Con otra identidad se hizo de otra vida que le permitiese empezar sin el peligro de ser encontrada por los proxenetas del putero. Se libró de la sífilis y de clientes acosadores que le insinuaban deseos y lujurias desenfrenadas.
Terminó trabajando de camarera de un hotel barato y lleno de fantasías no cumplidas. Su dueño, Kichizo Ishida, se iba a convertir en su mejor y más veraz amante.
La lujuria ardiente que emanaba de su vagina, hacía que Sada Abe buscara el placer a toda hora. Kichizo estaba ahí para complacer la veneración fálica de su amante.
El Thánatos de sus exploraciones sexuales se produce cuando ambos empiezan a introducir el dolor como fuente de placer. Kichi se entrega una y otra vez, complacido, al peligroso juego de asfixiofilia (lo que hoy se conoce como asfixia erótica) propuesto por su amante.

En la última noche, el 18 de Mayo de 1936, Sada utilizó su obi para cortar la respiración de Kichi durante su éxtasis mientras éste suplicaba:

“[…] Cuando me quede dormido pon el obi alrededor de mi cuello otra vez y aprieta de nuevo, no te detengas… Si comienzas a estrangularme, no pares, porque es muy doloroso después el despertar….” Confesiones de Sada Abe

Alrededor de las 2.00 de la madrugada, mientras dormitaba, Sada estranguló a Kichi con su connivencia hasta causarle la muerte. Declaró que la sensación de darle la muerte y provocarle placer fue una sensación que –según ella- la colmaría el resto de sus días.
Ahí no acabó su paroxismo sexual: después cortó pene y genitales a su amante envolviéndolos en una revista y llevándolos a todas partes en su bolso de mano. Y no faltan las fuentes morbosas que señalan que no fue en su bolso, sino en el interior de su propio cuerpo donde guardó su trofeo sexual. Antes de abandonar el escenario Sada talló su nombre con un cuchillo de cocina sobre el brazo inerte de su novio y escribió con su sangre: “Sada, Kichi Futari-kiri” -Sada, Kichi juntos- sobre las mismas sábanas mortuorias.

“Después de haber matado a Kichi me sentí totalmente a gusto, como si una carga pesada se levantara de mis hombros, y experimenté una sensación de claridad absoluta. […] cogí sus genitales porque no podía llevarme la cabeza o el cuerpo conmigo. Escogí la parte de él que me traía los mejores recuerdos […] “ Sada Abe en declaraciones a la policía.

Poco días después del frustrado placer eterno, Sade fue capturada por la policía en la Ciudad de Osaka mientras intentaba practicar la necrofilia al comerse el pene de Kishizo.

Pasó solamente seis años en la cárcel por asesinato en segundo grado y mutilación cadavérica, Sada se trasladó a la prefectura de Saitama. Se convirtió en una celebridad y paradójicamente una autoridad en materia sexual y de libertades. Idolatrada por la cultura tradicional japonesa, escribió una autobiografía de mucho éxito (Memorias de Abe Sada: La mitad de una vida de amor) y participó en varios Best-Seller (Confesiones eróticas de Sada Abe –basado en sus declaraciones a la policía-).
Y precisamente ella fue la inspiración para hacer la película el Imperio de los Sentidos, de 1976.

* En la foto Sada Abe el momento de su detención

3 comentarios

Peke -

Ups vaya que si me sorprendio!!! es verdaderamente interesante saber que los seres humanos hacemos de todo con tal de conseguir placer.......

CRUDO -

shhh entonces si cuento mis perversiones tambien puede que me convierta en una celebridad?, lo pensare seriamente mientras escribo mi libro

Superhero!! -

Ay carambas...
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Me he quedado petrificado, como estuata, como menumento...
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Entonces las depravaciones que a mi se me ocurren son en verdad poca cosa comparadas con las locuras de esta fulana.
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Ña!!
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Saludos tetricos compaye!!