"Cuando escribía soft porno..."
> O bueno, algo así pude haberles dicho a mis nietos cuando yo sea un viejito cibernético conectado a mi perfil de alguna red social multimedia del futuro.
La verdad la anécdota que he contado de forma muy ligera no es tan excitante como parece.
Aquello de "cuando me invitaron a escribir para Playboy Channel" se remonta a unos nueve años atrás, o tal vez algo menos. En aquellos años yo colaboraba en mil y un revistas, porque en aquellos años sí era redituable ser colaborador.
Dentro de todo ese universo de revistas en que metía mis artículos, había una en particular que me sentía a todo mecate y me divertía mucho colaborar, sobre todo porque nunca tuve diferencias con los múltiples editores que trabajé. Esa revista es la conocidísima "Revista H para hombres". Mis artículos eran de relaciones de pareja y sexualidad, todo con fundamento científico y fuentes especializadas en el tema.
Colaboré cosa de un año con esos tema. Como parte de mi show como reportero era estar en eventos y presentaciones varias, por lo mismo tenía mucha relación con varias agencias de relaciones públicas. Una de esas agencias llevaba la cuenta de Playboy Channel, y el respectivo agente, de nombre Miguel sentía cierta simpatía hacia este querido y adorado Citizen. Cierta tarde, cuando estaba dándole vuelo a la hilacha, checo mi teléfono celular y tenía tres llamadas perdidas de este cuate.
A los pocos minutos repiqueteó de nueva cuenta mi celular. Era Miguel. Y fue al grano. La hora de su llamada fue como a las 6 o siete de la noche, y yo me regozijaba de placer con cierta personita en aquellos años (¡¡qué barbaridad, pero qué bien me acuerdo!!).
Me preguntó que si tenía algún plan para la noche. ¿Más noche? pensé en silencio. A lo cual le repondí que no, que estaba libre.
Y me explicó: "Es que están en México mis clientes de Playboy Channel y están buscando alguien para que les escriba guiones". Miguel, como muchas otras personas, pensaba que por el hecho de que escribiera de relaciones de pareja y sexualidad quería decir que tenía en la punta de la mano y de mi mente pensamientos morbosos y escenas sexuales inalcanzables para la mente de los mortales. Pero la verdad es que no.
"Y quería ver si me acompañabas a una cena que tengo con ellos para que platiques con ellos y si te interesa te integres a su equipo", siguió explicándome.
En ese momento solo pensé una cosa:" Maldición". El motivo de mi mentada de madre light fue porque precisamente ese día andaba yo en unas fachas realmente espantosas que hasta yo mismo me daba pena, pero por alguna razón (seguramente güeva) no me arreglé y aún así me salí a la calle a aventurear. Medí un poco los tiempos y vino un segundo pensamiento a mi mente: "Ya me chingué". Mis tiempos no me alcanzaban para ir a mi casa cambiarme y regresar a la cena.
Le fui honesto y le conté que no andaba presentable para una cena de trabajo. Y traté en el momento de hacerle una contrapropuesta para la mañana del siguiente día. Se negó, me dijo que no había problema. Lo tomó muy ligero. Y la amistad siguió hasta que su carrera profesional y la mía (y nuestros respectivos contactos) se perdieron.
Hasta la fecha es uno (practicamente el único) momento de mi carrera profesional en que me he arrepentido de no haber estado en el momento y lugar adecuado.
Tal vez a estas alturas yo ya hubiera desbancado a Hugh Hefner, y su mansión de conejitas ya la hubiera hecho una table dance ilegal, que no creo que hubiera mucha diferencia. O me hubiera dedicado a diversificar el mercado y en lugar de conejitas cachondas, poner conejitos ponedores para toda ocasión. Los títulos de los programas no se me ocurren tan sugerentes como: "Nacas pero sabrosas", "La maestra que entre palito y palito nos enseñaba español" (chécate el contenido educativo formal, para que aquello no fuera nada más "encueradero"). O uno mejor como "Siéntate aquí que te tengo un cuento largo"... Vamos, que por imaginación no hubiera quedado.
En fin. Ya lo que ahora pienso son puros sueños huajiros y me quedo con ser un blogger en recuperación. Pero espera... puede haber sorpresas en el futuro.
3 comentarios
CRUDO -
Didi -
Superhero!! -
.
A mi por lo general no me importa demasiado eso de estar presentable. Pero claro, a una reunión -cena- de trabajo pues ni yo me presentaria fachoso.
.
Vaya oportunidad que se fué. Digo, a lo mejor no se amarraba nada pero la duda por ahi queda. Lo bueno es que no es algo que te quite el sueño.
Creo que todos tenemos sueños huajiros. Je je je yo tengo un chingoooooo!!