Cosas que uno ve y dice... ¿Mmmm?
> En estos días que he madrugado como nunca antes en mi vida (porque ni en mis tiempos de universidad, donde nunca llegué en punto de la primer clase de 7) , me he dado cuenta de varias cosas que pasan en la ciudad a muy temprana horas.
La onda no está en que descubrí un mundo que casi no conocía, sino que al ver ese nuevo mundo me pregunto muchas cosas sobre el deber de las cosas y claro, del deber de este planeta.
Bueno, ya me voy a poner profundo y buscándole sentido a todo (como me diría el Sr. ABcedario).
Empecemos por una simple y sencilla pregunta, la verdad, ¿de algo ayudan los policías de tránsito a hacer más ágil el movimiento de los coches?
Porque la verdad, no entiendo cómo es que estando el tráfico a vuelta de rueda en momentos que todos tenemos prisa, a éstos hombre se les ocurre cerrar calles o incorporaciones a avenidas que, quiero pensar, harían más fluido el tránsito de todos los madrugadores. Un claro ejemplo de porqué yo creo que no ayudan en mucho las decisiones de estos personajes, es que en los lugares donde están parados pidiendo a los autos que "avancen, avancen" (como si quisiéramos quedarnos parados por puro gusto) es donde precisamente están los nudos viales más increíbles y tontos del planeta.
Es decir, está el periférico detenido, avanzamos más lento que si fuéramos sobre el lomo de una tortuga, y al cabo de muchos minutos, nos acercamos a la incorporación a una avenida y ¡sorpresa! Dos astutos oficiales de tránsito haciendo de obstáculo para que los coches se metan a la de Wilson a carriles centrales. Problema: el cuello de botella de tres carriles a uno, sólo porque todos los coches quieren pasar primero.
Bueno, avanzamos el punto y no más allá de 100 metros otro nudo vial: otros oficiales de tránsito "acotando" el camino de unos coches que bajan de una avenida importante. ¡Otro nudo vial absurdo!
Y éstos cuates creen que moviendo su manita en el aire y tocando su pito (OJO, OJO, OJO: silvato) ya todos nos teletransportamos por el universo y llegamos en fracciones de segundo a nuestros trabajos.
Y casos como éstos es cuando uno ve y dice: ¿Mmmm...? ¿O no?
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séptimo sentido -