Auto ostracismo
El ostracismo es, desde la época de la antigua Grecia, una de las prácticas o castigos que se aplicaban a personas públicas para dejar de aparecer ante la sociedad, y que también incluía el no ejercer puesto político alguno.
De esa manera se daba por entendido que esa persona era "poco grata" para la sociedad y las estructuras.
A lo largo de la historia de la humanidad, hemos visto casos de auto exilio, ya sea por decisión propia ante una amenaza real, o por simple delirio de persecución y afán mesiánico del personaje en cuestión.
Hace unos minutos leo una nota, muy breve, donde se informa que a quien fuera el Emperador Chiquito del DF, el Señor López, nuestro Señor López (nombre real: Manuel Andrés López Obrador), le había tocado un retén militar y, como cualquier ciudadano, se le tuvo que revisar el auto que conducía y parte de sus pertenencias.
Nuestro Señor López, inmerso en su cápsula juarista, seguramente no sabe que la SEDENA, en conjunto con fuerzas estatales y federales, tiene instalados a lo largo y ancho del país retenes militares para la prevención y captura de narcotraficantes. Para aquellos que disfrutamos del mundo, hemos experiementado en distintas latitudes estos retenes. Son retenes que tienen un buen tiempo operando en el territorio nacional, y aunque para algunos puristas esas son violaciones a la libertad de tránsito -estipulada en la Constitución-, para otros es una forma, que tal vez no la mejor, de combatir el narcotráfico.
Es sabido que todo lo que se diga o haga en el país, el Señor López, nuestro Emperador Chiquito, se lo adjudicará como personal. Conciente de que ha perdido presencia mediática, se ha dedicado, luego de su derrota en las elecciones presidenciales del dos de julio del 2006, a recorrer el país para transmitir ese mensaje de libertad y desarrollo que tanto lo caracterizó, y que realmente nunca supo explicar detalladamente.
También, nuestro Señor López -a pesar de él mismo- sabe que después de sus decadentes espectáculos sociales post electorales, donde lo mismo bloqueó por semanas una de las vialidades más importantes del DF, Paseo de la Reforma, teniendo como consecuencia una caída en las ventas de los establecimientos y hoteles -de 5 estrellas- localizados en la zona, así como señalamientos a diestra y siniestra de presuntos "coyotes electorales", anda en busca de pequeñas lianas para seguir conservando ese coto que él mismo dilapidó.
El motivo no pudo haber sido peor, en un retén militar y con sus voceros no oficiales del periódico "La Jornada", el Señor López cayó en una trampa, que si bien no era para él, si lo atrapó una vez más.
Mientras los militares hacían las revisiones de rutina que hacen a miles de mexicanos al día en toda la República Mexicana, el Señor López, el Emperador Chiquito en decadencia, sólo atinó a repetir su discurso, agrio, caduco, desesperanzador: "Les voy a dar un pitazo: vayan a catear Los Pinos (donde habita el Presidente de la República). Ahí se encuentra la banda de ladrones más peligrosa de todo el país”.
Así, pues, el Señor López, viviendo su propio ostracismo voluntario, mostró sus ataduras e intentó victimizar su existencia.
Porque sí, asi es el Señor López.
De esa manera se daba por entendido que esa persona era "poco grata" para la sociedad y las estructuras.
A lo largo de la historia de la humanidad, hemos visto casos de auto exilio, ya sea por decisión propia ante una amenaza real, o por simple delirio de persecución y afán mesiánico del personaje en cuestión.
Hace unos minutos leo una nota, muy breve, donde se informa que a quien fuera el Emperador Chiquito del DF, el Señor López, nuestro Señor López (nombre real: Manuel Andrés López Obrador), le había tocado un retén militar y, como cualquier ciudadano, se le tuvo que revisar el auto que conducía y parte de sus pertenencias.
Nuestro Señor López, inmerso en su cápsula juarista, seguramente no sabe que la SEDENA, en conjunto con fuerzas estatales y federales, tiene instalados a lo largo y ancho del país retenes militares para la prevención y captura de narcotraficantes. Para aquellos que disfrutamos del mundo, hemos experiementado en distintas latitudes estos retenes. Son retenes que tienen un buen tiempo operando en el territorio nacional, y aunque para algunos puristas esas son violaciones a la libertad de tránsito -estipulada en la Constitución-, para otros es una forma, que tal vez no la mejor, de combatir el narcotráfico.
Es sabido que todo lo que se diga o haga en el país, el Señor López, nuestro Emperador Chiquito, se lo adjudicará como personal. Conciente de que ha perdido presencia mediática, se ha dedicado, luego de su derrota en las elecciones presidenciales del dos de julio del 2006, a recorrer el país para transmitir ese mensaje de libertad y desarrollo que tanto lo caracterizó, y que realmente nunca supo explicar detalladamente.
También, nuestro Señor López -a pesar de él mismo- sabe que después de sus decadentes espectáculos sociales post electorales, donde lo mismo bloqueó por semanas una de las vialidades más importantes del DF, Paseo de la Reforma, teniendo como consecuencia una caída en las ventas de los establecimientos y hoteles -de 5 estrellas- localizados en la zona, así como señalamientos a diestra y siniestra de presuntos "coyotes electorales", anda en busca de pequeñas lianas para seguir conservando ese coto que él mismo dilapidó.
El motivo no pudo haber sido peor, en un retén militar y con sus voceros no oficiales del periódico "La Jornada", el Señor López cayó en una trampa, que si bien no era para él, si lo atrapó una vez más.
Mientras los militares hacían las revisiones de rutina que hacen a miles de mexicanos al día en toda la República Mexicana, el Señor López, el Emperador Chiquito en decadencia, sólo atinó a repetir su discurso, agrio, caduco, desesperanzador: "Les voy a dar un pitazo: vayan a catear Los Pinos (donde habita el Presidente de la República). Ahí se encuentra la banda de ladrones más peligrosa de todo el país”.
Así, pues, el Señor López, viviendo su propio ostracismo voluntario, mostró sus ataduras e intentó victimizar su existencia.
Porque sí, asi es el Señor López.
6 comentarios
celiux -
Gaviota -
Mariana -
¡Te mando besos en inglés! Que no besos en las ingles que es diferente.
;-) perdón por el chiste tan bobo.
Mariana.
Lester :+ -
Saludos
Lester :+
Demry -
Besos, y buen fin de semana!!!!
angie -
Pena ajena...
Mil besos mi niño y feliz finde!