Mascotas millonarias
> Hay mascotas muy afortunadas.
Tienen todo en la vida: cuidados meticulosos, viajes, lujos, tratamientos y servicios médicos que cualquier venezolano que vive bajo el yugo del Dictador Chávez envidiaría...
Pero hay otro tipo de mascotas que no las hace menos, pero que tienen una mejor suerte que los que reciben tratos de reyes. Esas mascotas son las que resultan heredadas por sus dueños. Y la historia ha registrado algunos casos que cualquier mortal moriría de envidia por tremendas herencias.
Como suele pasar con las vidas de los acaudalados, las excentricidades e historias turbias están presentes en la vida de sus respectivas mascotas. Algunas de las causas que motivan que los millonarios empresarios dejen sus billetes verdes a sus animalitos estriba en que sus parientes, socios, amigos y demás arrimados que les acompañan los han estafado y transado con cinismo particular, y los millonarios nada tontos prefieren dejarle el dinero a sus perros o gatos... Curiosa situación, porque el gato o perro pues no tendría la oportunidad de embarcarse en un crucero por El Caribe, ni mucho menos asistir a la pasarela de Milán para la temporada Primavera- Verano. Generalmente los administradores de las finanzas del difuntito son los que se encargan de administrar el dinero del animalito... Es decir, el contador o administrador está a expensas de los caprichos del animal.
Pero vamos al grano y aquí está la galería de las mascotas más afortunadas del mundo (y más envidiadas):
-- El perro trouble y su herencia maldita (que se la gasta en shampoos para su abundante pelo): El perro que fuera mascota de la millonaria Leona Hemsley recibió la cantidad de 12 millones de dólares de su ama, que en vida llevara la gestión de hoteles y bienes raíces, entre ellos el Empire State. Trouble, un perro de raza bichón maltés, se enfrentó a las envidias de la familia luego de que la Hemsley no heredara ni un centavo a sus nietos -dos de los cuatro fueron borrados de la lista de los afortunados "por razones que ellos saben", según indica el testamento-.
-- Gunther IV o cómo ser un especulador de cuatro patas: Gunther IV es un pastor alemán que trae sobre sus espaldas una historia familiar de especulación, incredulidad y muchos millones de dólares. La supuesta fortuna del perro se puso en duda cuando intentó adquirir la mansión en Miami del actor Sylvester Stallone, valorada en 27.5 millones de dólares y no le alcanzó la lana al perro, ni a la Corporación Gunther que administra su fortuna. Pero Gunther IV no quiso dejar en mal el nombre de la familia ni de sus antecesores: adquirió, también en Miami, la mansión que fuera de Madonna con un valor de 7.5 millones de dólares, que fueron pagados peso sobre peso (me pregunto si la mansión y el precio incluía los juguetes tan peculiares de Madonna). Gunther IV, un perro que se embolsó su fortuna de su padre: Gunther III, y que a su vez lo heredó de condesa Karlotta Liebenstein, que dejó a su pastor alemán 92 millones de euros. La fortuna de Gunther IV, recuerda heredada de su padre, está para jalarse los pelos: estimada entre 140 millones y 200 millones de euros.
-- De un perro callejero... a un perro de abolengo (¡Eso es actitud!): Jasper fue rescatado de un refugio para perros en 1994 por Diana Myburgh, dueña de una cervecería. Al morir la empresaria dejó a su can 100 mil euros. El perro pasó, de la noche a la mañana, de ser un perro cualquiera, a ser considerado el perro más cosentido de la Gran Bretaña: apareció en un programa de tv donde nos dejaba ver algunas viñetas de su vida diaria como perro: viajaba en lomusina, comía filetes de lenguado, carne tierna de buey o mejillones frescos de Nueva Zelanda. La pregunta es ¿quién se quedó al cuidado de Jasper? Respuesta: Sir Benjamin Slade, yerno de la difunta Myburgh, quien para no ver mermadas las arcas del can le sugirió, entre filetillo y filetillo una tarde cálida, que invirtiera su pequeña fortuna en acciones, lo que hizo que el saldo de la fortuna del perrito subiera hasta 200 mil euros. Para que la trama se ponga densa hay un juicio legal de por medio: recién muerta Diana Myburgh el perro tuvo que desembolsar los honorarios de abogados que estaban litigando quién tendría que cuidarlo por el resto de su vida.
-- Chinpancé con chequera: Y porque no solo de perros y gatos vive el hombre, hay una historia bastante interesante. La de Kalu, chimpancé sudafricano que fue rescatado a la orilla de la carretera y criado y mimado por la Condesa Kemoore, que lo tuvo muy en cuenta en su testamento y lo heredó con 60 millones de euros... ¡Maldito chimpancé!
--Los Aristogatos sí existen (y no son un mal viaje de Walt Disney): Gatos millonarios hay muchos. Más de los que nos imaginamos. Las historias de sus nueve vidas se han engalanado con mansiones, guardaespaldas en tiempos de guerra, millonarias herencias y suculentos menús. Comienzo la lista con Tinker, un gato británico, y callejero que Margaret Layne le dejó una mansión valorada en 700, 000 euros, lo que desconozco es si la mansión tenía alberca. Según informaciones, Layne dijo en su testamento que Tinker tendría que vivir en esa mansión en compañía de otros gatos... Seguramente para que no resintieran la muerte de su dueña. Otra dueña responsable fue Mary Burton, que dejó un marranito de 39 mil euros a su gato fluffly. ¿Para qué estaba destinado ese dinero? Bueno, Burton especificó que ese dinero se destinaría para que Fluffy se alimentara como Dios manda: diariamente comería sardinas, roastbeef y leche (seguramente Light para que no subiera de peso).
-- Gatos políticamente perfectos: Winston Churchill contaba con unos catorce gatos con los que pasaba parte del tiempo. Los adoraba. A lo largo de su existencia convivió con Blackie, Margate, Bob, Nelson, Tango, Don Gato y Jock. Durante los ataques que Londres sufrió en la Segunda Guerra Mundial, una de las primeras preocupaciones del Primer Ministro británico era que su adorado Jock estuviera a salvo. Y es Jock el que se lleva la principal parte de la trama político - histórica de Churchill. Jock estuvo presente en los últimos días de vida de Churchill, recostado o echado sobre el pecho del Primer Ministro. El único día que Jock se separó del regaso de Churchill fue cuando el político recibió la visita de un médico... y a las pocas horas murió. Churchill, para entonces, ya había considerado a Jock en su testamento.
-- Un perro que necesitó terapia sicológica (o el menos eso hubiera sido bueno): Todos los que le dimos seguimiento a la serie Frasier, nos resultaba divertido el perrito Jack Russel que con una mirada profunda atendía los gestos y movimientos de Frasier. El nombre real del perro esa Moose (en la serie se llamaba Eddie), y en la primer temporada el can recibió tantas cartas de los televidentes que hasta Kelsey Grammer (Frasier) llegó a molestarse y trató de aventar al perro por la ventada del estudio (bueno, esto último fue de mi cosecha... pero de que Grammer sintió envidia es cierto). Moose rondaba los diez años de edad, cuando fue sustituído por Enzo, uno de sus hijos con un talento para trabajar frente a las cámaras que era evidente que ya lo traía en las venas. La mascota Moose amasó una fortuna de unos 3.5 millones de dólares por su intervención en la serie... ¡y terminó con más admiradores que todos los actores humanos de la serie!
4 comentarios
Superhero !! -
De que color es la nieve?
Ya cambiaste tu pregunta!!
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A ver...
Nieve de limon?
Nieve de chocolate?
Nieve de fresa?
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Tsss... ya descubri que elegiste una sin sabor!!
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ja ja ja
Saludos!!
Superhero!! -
Entonces no estoy tan loco por querer comprarle una correa cromada al boox.
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A mi perro yo le voy a heredar...
mis tenis viejos y hediondos!!
(le encanta despedazarlos)
Jess -
A menos q el animal en cuestion haya apendido a comunicar sus deseos x alguna forma y est al tanto d lo q pasa en la Bolsa, dudo mucho q le pueda dar buen uso a ese dinero... y mientras tanto hay tantas personas q mueren d hambre o viven a la intemperie...
Yo adoro a los animales y los respeto... pero esto raya la ridicules...
Besos
Gaviota -