La mesa está lista...

> Ah pero qué rico es comer.
Y más si somos concientes de nuestra alimentación. LLevar una dieta balanceada es sencillo, y nos traerá muchos beneficios.
Las recomendaciones nutricionales indican que comer pan, cereales, semillas, frutas, lácteos y en menor medida alimentos procesados, es lo mejor. ¡Qué rico se ve esa rebanada de pan Bimbo tostado! ¡El yogur natural es muy refrescante, y siempre le pongo un poco de azúcar! Y a media tarde una manzana o plátano, o cualquier fruta, siempre es bienvenida.
Suena suculento, ¿verdad?
Pero... ¿alguna vez te has puesto a pensar qué tan "sanos" son esos alimentos? ¿realmente son 100% naturales y saludables? Épale, por supuesto que no.
Mi curiosidad de gato me llevó a investigar un poco esos ingredientes non gratos que se suelen agregar a los alimentos, ya sea para darles consistencia, color, o para ayudar al proceso de elaboración. La lista, ¡uf!, de miedo... Aquí algunas breves de lo que encontré:

1.- Fertilizantes en la levadura: En algunas marcas del pan que comes cada mañana puede haber restos de sulfato de amonio, químico que se usa en los fertilizantes de la tierra. Este producto provee nitrógeno a la levadura, logrando un producto más consistente y un pan más esponjoso.

2.- Insectos para colorantes: Hervidos y luego de ser pasados por una variedad de tratamientos, los insectos pueden transformarse en un tinte para usar en alimentos. A algunas personas les preocupa que el colorante, llamado generalmente carmín, pueda ser identificado como un color natural disfrazando el hecho de que el producto contiene insectos.

3.- Ácido en el yogur: El responsable del sabor agridulce que tanto disfrutas en tu yogurt es el ácido láctico, el cual nace naturalmente en la lecha agria o es añadido a las comidas como jarabe líquido producido por la fermentación de la leche o del maíz. Este ácido mantiene controlados los microorganismos y bacterias en algunas comidas y se usa como preservante o para agregar sabor en comida para bebés, caramelos, postres congelados, aderezos de ensaladas, etc.
También se usa como suavizante y exfoliante en cremas para la piel.

4.- Glándulas anales de castor en los dulces: Por más repugnante que te parezca, las glándulas anales de castor son un ingrediente común en perfumes y colonias, pero también puede encontrarse en los caramelos y dulces de frambuesa con el fin de mejorarles el sabor.

5.- Jugo (fresco) de escarabajo: Ese brillo que hace lucir a los caramelos lindos y muy provocativos viene de la secreción de los escarabajos hembra. Esa sustancia es también usada como barniz para la madera.

6.- Derivados cancerígenos del petróleo en jarabes: El metilparabeno puede encontrarse en pinturas de labios, anestesia local, aderezos de ensaladas, carnes secas y golosinas. Este compuesto es antimicótico y se usa comúnmente como preservantes de comida, bebidas y cosméticos. Aunque muchos estudios aseguran que los parábenos no hacen daño al ser humano, otras investigaciones más recientes sugieren que puede haber una posible conexión entre los parabenos y el cáncer de seno.

7.- Aceite de borrego en los chicles: ¿Te imaginas masticar lana de oveja? Pues esto es casi lo que haces cuando en tu boca tienes goma de mascar, ya que el aceite que está dentro de la lana de este simpático animal se usa para crear la sustancia llamada lanolina, que luego se transforma en la base para realizar goma de mascar.

8.- Dos tazas de harina,tres huevos y ¿peróxido de benzol?: Si alguna vez has usado crema contra el acné, con seguridad reconocerás el peróxido de benzol como uno de los principales ingredientes de este producto. Pues resulta que esa sustancia también es usada como blanqueador de quesos, harinas y el suero de la leche. Si bien este producto es considerado benigno para la salud, hay quienes se oponen a su uso y prefieren consumir pan integral, en vez del blanco.

9.- Nitrato de sodio en las salchichas: Este químico, usado para teñir telas, también tiene utilidad como conservante de ciertos alimentos, y generalmente se encuentra en carnes procesadas, como las salchichas. Según un estudio del "Journal of the Nacional Cancer Institute" las personas que comen continuamente carnes procesadas tienen un 68% más de riesgo de contraer cáncer del páncreas, que quienes las comen en pocas cantidades. Por lo tanto es recomendable no abusar del consumo de este tipo de producto o elegir las variedades que son libres de nitrato. Y la segunda noticia: contienen, según el nivel de calidad, más o menos carne magra y almidones, grasas, ojos, piel, restos de hueso, visceras y despojos animales en general. Lo peor es que está permitido en su proceso de fabricación a modo de conservante el uso de “procesos bacterofágicos”, que en realidad es añadir una mezcla de 6 tipos de virus a las carnes, que siguen “vivos” cuando las tragamos.

10.- Estómago de ternera en los quesos (y no es platillo delicatesen): En Gran Bretaña y también en otros lugares de Europa, muchos quesos son hechos con cuajo, sustancia que se prepara usando como ingrediente principal el cuarto estómago de las terneras. Por esa razón, hay zonas donde es obligatorio que todos los quesos sean etiquetados como adecuado o no para los vegetarianos.

11.- Azúcar refinado MUUU: La caña de azucar produce azucar marrón pero el azucar de las golosinas, de los Fruti Lupis y demás cereales azucarados, de la margarina y de otros productos edulcorados es blanco. Para que ésto sea posible es necesario refinarlo. El refinado del azucar se hace generalmente (también puede usarse carbón activado pero es más caro) mediante un proceso patentado por un tal Louis Constant utilizando huesos de vacas muertas de causa natural: los huesos se calientan a unos 500ºC y por agotamiento del oxígeno absorven el “color” oscuro del azucar.

12.- Lo que comí ayer, ¿realmente fueron papas fritas crujientes?: Las patatas de Burger King o McDonalds, o de los alimentos congelados del súper por ejemplo contienen despojos de ternera y en algunos países incluso caballo y grasas de ave.

13.- Gelatina no apta para vegetarianos: Es un alimento muy saludable, 100% proteína, que se hace con huesos y cartílagos animales (en ocasiones también espinas de peces). Se vende como polvo en sobres o directamente ya preparada en forma de postres, golosinas o mezclada con yogur.

14.- Grasa animal (¿o grasa de animales?): Las grasas animales usadas en frituras, panes industrializados, etcétera, se extraen cociendo las visceras y grasas de los animales. Las grasas vegetales se extraen de semillas generalmente, pero son igual de dañinas para la salud del sistema circulatorio.

15.- Cerveza fría... como los muertos: Esta historia es bastante peculiar: antes de la introducción de procesos avanzados para la fermentación y elaboración de cervezas, allá por el siglo XVIII, hubo un industrial que revolucionó la elaboración de cerveza. Frantisek Poupe introdujo la ciencia en la fermentación de la cerveza, mejorando la calidad y los ingredientes. Antes de sus avances, los cerveceros de aquellos lejanos siglos se hicieron maestros en la producción de cerveza de excelente calidad. Pero les llegó la crisis, y en pleno siglo XVII decidieron muchos productores hacer cerveza con cualquier ingrediente. Sí, y cuando digo "cualquier ingrediente" no estoy exagerando. Según documentos de entonces, se ha encontrado que lo mismo se utilizaba caca, que huesos, sangre, tierra, e incluso, zapatos viejos para hacer la cocción de la cerveza. Incluso algunas recetas parecen tratados de brujería: tierra de tres sepulturas, polvo de una iglesia, madera de féretros exhumados o musgo de un cráneo sacado de la sepultura, formaban parte de la lista selecta de ingredientes. Y sigue la lista: cascos de caballo, lengua de buey, sangre animal, aves vivas, gallinas, pollos, cachorros de perro y gato. Los alemanes, siempre tan extravagantes, solía hacer la cerveza con patas de ternera.

16.- Óxido nitroso en helados: Tal vez el nombre científico no te diga mucho. Bueno, me refiero al gas de la risa. Además de cualidades sedantes (se utiliza en 30% en algunas anestesias), se utiliza en la elabolarción de helados, yogures, cremas. El gas de la risa los hace más espumosos.

¡bon apetit!