Lo que es no tener qué hacer...
> Muchas cosas se saben en nuestros días porque siempre hay alguien que se haya tomado la, acaso lejana, molestia de hacer el chisme.
O sea: simpre hay una persona que iba pasando en el momento adecuado para que medio pueblo se enterara que no estábamos en tal lugar con Fulano, sino que realmente estábamos con Mengano al otro lado de la ciudad.
Y siempre por el morbo, el chisme de terceras personas.
Pero hay otras situaciones que de verdad me resultan incomprensibles. Tanto por las personas que vieron, documentaron, revisaron, cercioraron que sí pasó en tiempo y forma.
Hace pocos minutos leo en un periódico nacional unas estadísticas de índole sexual. Más específicamente lo que se califica como récord. Récords sexuales.
Al final de la pequeña nota me salió la duda: ¿al momento de estar rompiendo el récord sexual estuvo presente alguien de los Records Guiness para que terminado el numerito saliera y dijera: "Sí se rompió el récord"?
Imagínate que trabajo tan, honestamente, aburrido. O en el peor de los casos, incómodo. Lo que sí, es que excitante no lo encuentro por ningún lugar.
Para que más o menos sepas a lo que me refiero reproduzco (y no con intención de romper récords) las "curiosidades" sexosas, cachondas, e increíbles de nuestros personajitos.
Porque sí, andar de mirón para llenar un libro de récords es de plano no tener qué hacer...
Record de eyaculación
Para quienes dudaban de que las mujeres también pudieran eyacular, una fémina alcanzó nada menos que una distancia de tres metros de eyaculación. Nada que envidiar al género masculino...
Citizen dice: A ver, cómo fue la escena. O mejor dicho, cómo fue la planeación del nuevo récord: la mujer en su cuarto o en el patio trasero de su casa practicando la distancia eyaculatoria... y cuando tenía dominada la técnica les habló a los del Guiness, se presentaron, la mujer se puso en posición, los jueces revisaron a detalle el instrumental de la mujer, para verificar que no tuviera conectada alguna manguera, o bombita que adicionara potencia al chorro de la fuente que se hacía grandote y se hacía chiquito y derepente ¡Zas!, salió lo que debía salir. Los del Guiness agarraron su cinta métrica y dieron el grito de triunfo al medir tres metros. ¡Demasido grotesco!
Récord del hombre con más energía
Si bien muchos se jactan de ser inigualables en cuestiones de cama, posiblemente nadie supere el record del hombre que tuvo el mayor número de relaciones sexuales a lo largo de toda su vida: ¡52.000 en apenas 30 años!
Citizen dice: Y otra vez, ¿los del Guiness estuvieron presentes las 52 mil veces? ¡Cómo les encanta morbosear a los del Guiness!
Récord para el padre-niño
Aunque hace poco fue noticia que en Inglaterra un niño de apenas 13 años fue padre, en la zona de Sharnbrook se registra un record todavía menor. Su nombre es Sean Stewart y tenía sólo 12 años cuando en tuvo a su hijo en 1988.
Citizen dice: Bueno, en este caso no hay mucho problema. Los reportes médicos fueron grandes aliados... ¡eso espero!
Récord orgásmico
Dedicado a quienes ni siquiera pueden llegar al orgasmo al menos una vez, esta mujer logró acabar 138 veces en una hora. Una duda: ¿cómo se puede asegurar que no haya fingido ni uno?
Citizen dice: Bueno, con la pregunta que incluye la nota es más que suficiente... Pero...¡¿138 veces en una hora?! ¿En qué estaba pensando esa mujer?
Récord en tragar semen
Muchas no son devotas de este hábito o sólo hacen en contadas ocasiones para complacer a su pareja. Sin embargo Michelle Morga, en julio de 1991, logró tomar un litro. Según dicen -aunque pocos creen- se lo recomendó su nutricionista.
Citizen dice: Este dato es más que claro: el supuesto récord es de oídas. Y surge otra gran pregunta: ese litrote de semen, ¿surgió de un mismo hombre? ¿O de varios? De ser así este sería dos récords en uno: el de la mujer más sedienta, y el de el hombre más eyuculador. O incluso, el de la mujer con más hombres disponibles para... bueno, ya sabes para qué....
El hombre más eyaculador
Esta persona logró eyacular 16 veces en una noche, aunque no es ese el record. La proeza sexual es que lo hizo durante una hora, de corrido. Habría que averiguar de qué se alimentará este buen señor.
Citizen dice: ¡Un récord muy agotador!
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Gaviota -