Blogia
Lo que no sabes...

Mis Momentos

¡Devuélvanme mi verano!

¡Devuélvanme mi verano!

> Todos sabemos que este mundo está de cabeza.
No abundaré en ejemplos, que con el simple hecho de meterse a un Starbuck´s ya no es muy cuerdo que digamos.
Y está de cabeza porque nos hemos empeñado en que si las cosas deben de subir, pues trabajaremos arduamente para que bajen. Aún y cuando la naturaleza propia de eso, esto o aquello lo requiera. Y no. No me estoy refieriendo a temas que la iglesia y sus porristas de enahuas largas se cansan en decir "es contra-natura". Ahora que si de "contra-natura" hablamos pues deberíamos de pensar en tortillas industrializadas, en curas pedófilos, en apoyar a AMLO o creerle a Lolita Ayala. Esas cosas sí son "contra-natura".
A lo que me refiero es a este clima más impredecible que la siguiente publicación de "Luna LLena", "Media Luna", Cuarto Menguante", y "Ya nos amaneció". Yo recuerdo que en mis años de la infancia hablar de verano era hablar de calor, de refrescos fríos, de helados de limón y cielos azules interminables. Antes hablar de verano era pensar en vacaciones escolares de mes y medio, en levantarse tarde y en no hacer mucho en esos días. Pero no. El mundo está de cabeza. Ahora, en este 2010 y a poco menos de dos años de que las profecías Mayas, Tlaxcaltecas, Zapotecas y Xochimilcas del 2012 nos alcancen, el verano ya no es lo que era antes en México y el mundo.

Mientras que antes sacaba mi alberca desmontable al jardín, la llenaba y me sumergía en ella hasta que la piel de mis deditos quedara arrugada, ahora, advirtieron autoridades, la recomendación fue no salir de nuestras casas al menos por tres días. ¡Tres días! ¿Quién en su sano juicio -y que no esté penando condena en la cárcel- se queda tres días metido en su casa, porque las lluvias llegarán peor que en el diluvio bíblico?

Antes el verano era para andar en diminutos shorts por la calle, andando en bicicleta, buscando aventuras entre los árboles del bosque tropical, mientras los pajarillos cantan. ¡Qué tiempos cuando el verano nos obligaba a refrescarnos, aunque eso significara quitarnos la ropa a la menor provocación (el pretexto era lo de menos)!. Eso al menos me han contado de los veranos de antes.

Pero los políticos son un encanto. No quieren hablar de que Tláloc tiene la fiebre de "El Niño". Ellos prefieren hablar de "lluvia atípicas (¿contra-natura?, pregunto), por el calentamiento global". Como mero dato, en febrero de este año en México se presentaron lluvias intensas ("atípicas", recuerda). Normalmente, en un planeta normal, febrero significa un mes generalmente seco. Pues bueno, este febrero de 2010 se presentaron precipitaciones pluviales en la Ciudad de México de 36 millones de metros cúbicos en unas cuantas horas, las cuales les valieron el reconocimiento de "las más intensas de los últimos 25 años". ¡Y apenas estaba empezando el año!

Pero eso era en febrero. Para julio se presenta lo que se le llama "Canícula". En un país normal, con una clima normal significarían algunas altas temperaturas y la disminución "notoria y no uniforme de las cantidades de lluvia", según informa en un boletín el Servicio Metereológico Nacional de México. Pero no. Como el mundo está de cabeza los últimos 5 días han sido de lluvias constantes.

Y si el calendario no nos falla, la "Canícula" debe terminar en agosto... para que en septiembre tengamos lluvias (si es que no se van). Y entre las depresiones tropicales (que a veces también acarrean depresiones blogeras), los Niños, la Canícula y "la calentación global" (Paulina Rubio dixit) el verano ya nada más existe en las películas.
¡Qué padre sería caminar en tupidas veredas, sin la preocupación de que por las lluvias nos caiga una roca de la nada!
Por eso es que exijo:

¡Devuélvanme mi verano a la antigüita!

Cristal cortado

Cristal cortado

Con el cristal cortado se hacen cosas realmente bellas.
Espectaculares.
Es, por decir lo menos, un arte.
Hoy, un jarrón realmente muy bonito de casa, de cristal cortado, se hizo más cortado...¡mi gato lo tiró!
En la foto, los restos de ese cristal (muy) cortado.

Clases de Química: Reacción en cadena.

La Química nunca fue mi fuerte.
Ni la física.
Ni las matemáticas.
Hoy comprendí de la manera menos ortodoxa uno de los principios que rigen a la Química: las Reacciones en cadena.
Todo empezó al salir de bañarme.
Escuchaba caer agua. Un fuga tal vez. El asunto es que oía agua muy cerca y no era lluvia.
Planeo mentalmente subir a la azotea a revisar de dónde viene ese ruido.
Ya en la tarde recuerdo el pendiente: Revisar la azotea.
Subo a la azotea y comprendo todo.
El flotador del tinaco se descompuso. Bueno, siendo precisos: se rompió.
Ergo: el agua estaba saliendo con tanta afluencia del tinaco que vino a mi mente la imagen de Juan el Bautista, que a las orillas del Río Jordán predicaba y daba el bautismo para la conversión del pueblo judío. A esas altura decenas de litros estaban acumuladas en la azotea. Casi una alberca.
Sorprendido y preguntándome mentalmente qué diablos pasó con el desagüe, al voltear la cara me entero: el desagüe que evita que se inunde la azotea estaba tapado por un pequeño arbusto, aunque en ese momento lo vi más como árbol del tule, que como arbusto.
Ergo: Tenía que quitar el arbustoárbol para que toda el agua se fuera por el desagüe y liberara la azotea.
Comencé a caminar hacia el charco, pero al ver que el nivel del agua rebasaba la suela de mi tenis, regreso por mis pasos.
Pero, ¿quién quitará el arbustoárbol?, pienso.
Yo, me contesto.
Me acerco de nueva cuenta al ojito de agua que sin estar enterados teníamos en casa, pero ahora lo abordo por un lado. Obviamente el nivel del agua era el mismo.
No quedaba de otra: tenía que adentrarme en las profundidades del charco para quitar el arbustoárbol.
Mucha agua. Techo impermeabilizado.
Ergo: Piso resbaloso.
Como no me quería mojar mis tenis (en mal momento, porque vaya que era mucha agua), comencé a caminar un tanto de puntitas.
Ergo: Me resbalo.
Ergo: Me mojo los pies, los tobillos y del sentón mi trasero.
Ergo: Al caer, lo hago sobre el domo de uno de los baños de casa (actualmente no en uso, el baño no la casa).
Ergo: Rompo el domo con la mano.
Ergo: Me corto la mano.
Fin de la Historia: Lester y yo cambiamos la válvula del flotador del tinaco. Pusimos una lona temporal en el domo. Quité el arbustoárbol. Se desagüo la azotea. Y mi mano tiene dos heridas de un centímetro de longitud, con costra sangrante, hinchazón.
Así se hacen las reacciones en cadena.

Viaje exprés

De nueva cuenta ya estoy en casa.
El ausentismo de los últimos días se debió, tal y como te lo conté en este mismo espacio, a un viaje al norteño estado de Chihuahua. La ruta fue larga porque el recorrido se hizo en automóvil.
En esos más de mil kilómetros (unos 2 mil y cachito en total, ida-vuelta) dio tiempo para ver muchas cosas. Paisajes, sobre todo.
Sirvió, también, para confirmar algunos supuestos de nuestro país en materia de servicios al turista y, dicho sea de paso, resultó entretenido hacer esfuerzos sobre humanos para no dormirse en el auto, sobre todo siendo el co piloto.
Ah claro, y no hubiera sido una visita al norte sin mi obligada compra de botas, porque eso sí, no estás para saberlo ni tampoco para que se haga chisme, pero tengo cierta costumbre de usar botas vaqueras, en la preparatoria me hice de mi primer par. Las dejé de usar unos años, y hace año y medio que regresé a Chihuahua me agencié mi parecito. Me parecen cómodas y claro, si se escogen con buen gusto, son muy bonitas.
La estancia y visita fue al municipio de Cuauhtémoc, a no más de dos horas de la capital del estado. Es un municipio pequeño, en un post anterior publiqué algunas cifras al respecto con motivo de la conectividad.
A pocos metros de la entrada a Ciudad Anáhuac, en el mismo municipio, hay una fábrica de papel que usa el servicio de ferrocarril, medio de transporte que se encuentra prácticamente en quiebra y desaparecido del país.
Encontrarse con una estación de trenes y con varios ejemplares estacionados, fue motivo de hacer varias tomas de los trenes de Ciudad Anáhuac. Fotos de trenes click aquí y más fotos de trenes click acá.
Ver estos vagones parados, con pintas de grafitti, semi abandonas, dan cierto sentimiento de melancolía.
Estando allá comí mucha carne... y carne de la buena. Jugosa, rosadita -porque me gusta término medio-. ¿Tortillas de harina? No muchas. Algo está pasando a nivel de consumo. Traían el tortillero con unas 3 tortilas de harina -de las buenas, por supuesto- y como una decena de tortillas de maíz...¡maseca! (o sea, industrializada).
Me resultó un tanto sorprendente ver pocos niños y muchos adultos. Es decir, los habitantes que rondan los 25-35 años de edad no están en sus lugares de origen. Habrá que preguntarle al fenómeno migratorio qué es lo que está pasando.
Re encontrarse con la familia, con las raícez levanta muchas suspicacias, dudas, pero confirma los orígenes hábitos y costumbres.
Ver algo del arte Tarahumana (fotos aquí), visitar y conocer la catedral de Cuauhtémoc (fotos aquí) y ver la similitud arquitectónica con otras edificaciones de la zona norte.
Siempre lo he dicho, en el norte me siento como en casa. Monterrey y Hermosillo son dos capitales que me llenan y atraen sobremanera. Chihuahua no acaba de conquistarme, pero trabajaremos en ello.
Encariñarme con ese sentido tan sencillo y práctico de la vida en provincia; la amabilidad de su gente, y ese corazón tan grande que tienen para recibir al turista. Con su cultura vial tan perfecta, tan educada y considerando en todo momento al "otro".
Fui el hombre más feliz del mundo porque tomé mucho café, y hasta eso muy buen café. La primera dosis en la mañana, la segunda en la tarde-noche, cuando el tedio por el camino y la carretera comenzaba a atraparnos (A mi hermano lester y a mí) y si se podía ya entrada la noche había tiempo para disfrutar de otra dosis.
Yo creo que el regreso fue más disfrutable.
Hicimos una parada rápida en la conocida Zona del Silencio. ¿Algo especial? Para nada. Resultó un llano semi desértico más. Con prácticamente cero servicios al turista porque la única estación de atención a los visitantes se encuentra totalmente desmantelada. No esperaba algo parecido a Roswell, pero de menos más inversión en la zona. Para ver fotos de la Zona del Silencio, da click aquí.
Maravillarme con una despedida muy bonita que nos ofreció la naturaleza (fotos aquí).
Por la noche, pernoctar en Fresnillo, en el estado de Zacatecas.
Zacatecas me gusta mucho, tiene un aire muy provinciano, muy fresco, muy tranquilo.
De Zacatecas lo que me enamoró desde que lo conocí hace unos dos años atrás fue su cielo azul. "Un cielo azul característico de acá", le escribí al señor ABcedario en un SMS. Podría pasarme horas enteras mirando el cielo de Zacatecas, sus nubes blancas y sintiendo ese viento, fresco, frío, fuerte que sopla con regularidad ahí.
De ahí, pasar a Plateros, entrar a la Catedral y visitar al Santo Niño de Atocha (fotos aquí), tan venerado y conocido en la región, sobre todo por migrantes. Al pié de la catedral, indígenas zacatecanos venden artesanías de la región. Foto de una indígena zacatecana aquí.
Pasar por San Luis Potosí y decepcionarme de su infraestructura carretera y de su tierra: un lugar muy terregoso. "Aunque sea ciudad siguen teniendo cosas de pueblo", me dijo Lester, con la experiencia de haber vivido allá algún tiempo.
Encaminar y cruzar Guanajuato, Querétaro y llegar a casa a las 22 horas.
Un gran país, un mismo idioma, pero muchas formas de llevar la vida.

"Dentro de la amplia sintaxis del mundo, los diferentes seres se ajustan unos a otros; la planta se comunica con la bestia, la tierra con el mar, el hombre con todo lo que le rodea...".- Michel Foucault

pd.- Seguramente lo notaste. En el photoblog hay un dato curioso respecto a la fecha. Hay algunos post que tienen la fecha de dos o tres dias después del que está corriendo. Incluso, hay un post que tiene la fecha de un año atrás. Esto es porque photoblog.com permite una sola entrada por día, así que lo que hago es engañar al sistema e ir cambiando la fecha para que me permita poner más de un post por día.

Brecha Digital, ¿justificable?

La vez anterior te comenté de esta aventura en la que me enrolé con mi familia: visitar Chihuahua en automóvil.
Las horas abordo del coche, las experiencias y los lugares han dado mucho que decir.
Pero un tema que me ha resultado más que sorprendente es el relacionado con la conectividad de Internet.

Para los que vivimos en grandes ciudades, resulta toda una odisea encontrar lugares públicos como restaurantes o cafeterías que cuenten con conexión a Internet y más complicado se torna el asunto si lo que uno pide a gritos es un enchufe para la respectiva laptop.


En más de una ocasión me he quedado a la mitad de un trabajo porque a mi laptop se le terminó la pila y en el restaurante no contaban con conexión a energía eléctrica.
También, en otras tantas ocasiones he terminado jugando con la portátil porque el establecimiento no proporciona el servicio de Internet wireless.
Si bien lo segundo cada vez es menos común, todavía quedan muchos baches por cubrir.
Yo vivo en el Distrito Federal. Ciudad que en el 2005 contabilizó según estadísticas del Instituto de Estadística Geografía e Informática (INEGI), una población de 8 millones 720 mil 916 habitantes. Es la segunda ciudad más poblada de la República Mexicana, seguida del Estado de México, que cuenta con más de 14 millones de habitantes.

Recientemente se anunció que para el año entrante (2008) la Ciudad de México contará con conexión wireless público, tal y como sucede, por ejemplo, en Monterrey.


Sí amigos, quiere decir que habrá que esperar un año para que el Gobierno del Distrito Federal se ponga al corriente en cuanto a tecnologías digitales se refiere.
Con estos antecedentes voy a lo siguiente.
El viernes al entrar a un Vips en el estado de Zacatecas (con 1,353,610 habitantes según INEGI), nos llevamos tremenda sorpresa al encontrar que todos los gabinetes tenían no un enchufe a energía eléctrica, si no DOS. Esto viene a colación porque precisamente unos días antes mi hermano tuvo cierta discusión con una gerente de un Vips del DF, cuando aquella argumentaba que en "ningún Vips hay enchufes", siendo que en meses recientes una sucursal de Vips cercana a la casa de mi hermano había instalado conexiones.
Yo en lo personal he tenido problemas tanto para encontrar lugares con Internet wireless como con conexión eléctrica.
He probado la conexión Internet de los restaurantes Wings y la señal es muy buena. La conectividad que ofrece Toks es bastante deficiente. En Vips generalmente suelo tener problemas para conectarme.
Actualmente,

a nivel mundial por cada 10,000 (diez mil) habitantes hay 1527 usuarios de Internet (CIFRA AL 2005).

En América Latina, Chile encabeza la lista de usuarios a Internet, contabilizando 2,893 usuarios por cada 10,000 habitantes. México cuenta con 1,586 usuarios, muy por debajo de Uruguay y Perú, con 2055 y 1645, respectivamente.

--0-- 

Desde el domingo en la tarde me encuentro en el municipio de Cuauhtémoc, en el norteño estado de Chihuahua. Cuauhtémoc cuenta con 134,785 habitantes (al 2005, INEGI). Mientras que a nivel estatal la población es de 3,241,444 habitantes.
Una gran y grata sopresa es que al registrar nuestra entrada al hotel, aquí en Cuauhtémoc, me llevo la noticia que todas las habitaciones tienen Internet wireless.
¿Porqué?

¿Cómo es posible y explicable que un municipio con una población que bien podría caber en el estadio Azteca, tenga este servicio?
¿Cuál es la deficiencia en este tema en los estados del centro y sur del país?

Muchas dudas vinieron a mi mente.
Por una parte, y retomo algunas ideas de mi post de ayer, está relacionado con el concepto de servicio y hospitalidad que se tiene al norte del país.
Bien es sabido que las entidades colindantes con los Estados Unidos registran un proceso de culturización bastante fuerte, aunado a los fenómenos migratorios. Acá, en los dos días que tengo de estar conviviendo con los habitantes, no me he topado con un "No tenemos". La atención y capacidad de respuesta siempre supera a los errores, y mientras que se llega a escuchar un "No tenemos", llegan dos o tres propuestas que sustiturían el déficit de lo solicitado.
En México la conectividad está rezagada aún y cuando en recientes 5 años ha tenido un crecimiento acelerado. Vemos que a nivel nacional los usuarios de Internet por lugares de acceso al 2006, es de 18,746,353. De esa cifra, el 33.6% (6,295,052 personas) utilizan la Internet desde su hogar. El resto, 66.4% (12,451,301) se conectan a la Internet fuera del hogar (escuela, oficina, cafés públicos, etc).
El crecimiento de México requiere, si no es por lo menos que exige, un desarrollo paralelo de sus tecnologías y accesibilidad de éstas a sus habitantes. Encontramos que en todo México hay 24,006,357 viviendas particulares habitadas (INEGI 2005).
De esas 24,006,357:

19.6% disponen de computadora.
80.4% no disponen de computadora.

Tenemos un déficit muy por encima de la mitad de población que no tiene computadora en su hogar. Y ni pensar de que cuenten con Internet.
Dos mundos inmersos en una misma historia.
La deuda es grande... pero no justificable.
Me quedo con la grata experiencia del municipio de Cuauhtémoc, en Chihuahua: con sus 134,785 habitantes ofrece un decoroso y muy respetable servicio de conectividad wireless a los huéspedes del Hotel Tarahumara Inn.
¿Y los demás municipios? ¿Cuándo?

Considero que no podemos hablar de desarrollo y modernidad con tales cifras.

Sólo el tiempo nos mostrará hacia dónde vamos...

Caminos andados

Caminos andados

Me encuentro a 1,519.420 kilómetros de mi ciudad y hogar de origen.

¿El motivo?
¿Me abdujo un OVNI?
¿Soy un prófugo de la justicia?


De ninguna manera.
Ninguna opción de esas.
El asunto es el siguiente.
Días antes de partir de vacaciones a Los Cabos, se comentó en casa la posiblidad de visitar a la familia materna residente en Chihuahua y lugares circunvecinos.
Bueno, para evitar detalles, un par de días después de mi regreso de Los Cabos se retomó el tema. Cabe decir que yo no era de ninguna forma el autor intelectual y menos material de la decisión. Por lo tanto, mi asistencia a tan magno evento era, por decirlo así, una aparición especial ante la sociedad.

--0--

El tiempo se vino encima y el plazo se tuvo que cumplir.
Partir desde el municipio de Naucalpan, en el Estado de México, al norteño estado de Chihuahua.

Hacer el recorrido de más de 1,500 kilómetros en automóvil representaba para mí una penitencia más que un disfrute.
Pero el tiempo, el único que no perdona nada, determinó que teníamos que ir a Chihuahua.

Mi hermano, mi mom y yo teníamos como destino la capital de uno de los estados más extensos territorialmente hablando de nuestro país.
¿Cómo llegamos? ¡Cansados!
Planteándolo de una manera sencilla: salimos de casa el viernes a las 5.00 de la tarde.
LLegamos a Chihuahua a las 11.00 de la noche del sábado.

¿Fue mucho tiempo? No lo sé. Lo único que sé es que ir sentado en coche día y medio no es nada grato.

Pero de este recorrido saco, entre muchas cosas (fotos incluídas que luego te compartiré) algunas reflexiones.

En viajes anteriores, por motivo o por placer, detecté una gran falla en nuestro país.
Esa gran falla es:

México no está preparado para ser potencia turística nacional o mundial.

Esto es, y retomo la experiencia más próxima que fué la de anoche.
Tanto mi hermano, como mi mamá como yo teníamos mucho tiempo de no venir a Chihuahua. Por lo tanto, la referencia de calles y lugares se difuminó con el paso de los años. Si mi hermano decía que el restaurante "El Compadre Atenógenes" (nombre ficticio eh) estaba por allá, mi mamá decía que no, que era por acullá y que se llevaba tomando el camino de más allá. Resultado: Extraviados en un territorio sin ley.
Como mencioné anteriormente, llegamos a la ciudad de Chihuahua a las 11.00 de la noche...pero tardamos dos horas en encontrar y ubicar un hotel. Esto simple y sencillamente porque no hay señalética adecuada o, en el peor de los casos, ¡NO HAY!
Un caso muy común es que el letrero de desviación rumbo a la zona de "Pimpirimpimpím" esté a no más de cinco metros de la desviación en cuestión. O sea, en un alto número de hits uno se pasa sin advertir a tiempo el mensaje y requería de tomar un retorno... con el peligro de perderse en la zona "Ayayayayay" y de ahí la historia otra vez se repite.

--0-- 


Antes de llegar a Chihuahua, obviamente y según lo marca el mapa de nuestra hermosa República Mexicana, pasamos por Querétaro, San Luis Potosí, Zacatecas, Durango, Coahuila y por fin Chihuahua.
En las carreteras las mediciones de las distancias resultan un tanto surrealistas.
En determinado punto del recorrido leemos un letrero que dice:

Triquitrán 150 kilómetros

Como pasa en ocasiones, en determinados kilómetros van haciendo la referencia descendente del recorrido: o sea, todos esperaríamos leer "Triquitrán 125 kms" y así sucesivamente.
¡Pues no mis niños!

Como si estuviéramos metidos en una banda de Moebius: aquel sistema graficado en el que dos hormigas que caminan en un trazo en forma del signo de "Infinito", y que nunca se encuentran, aún y cuando corran sobre el mismo lado, se representa a la perfección en algunas carreteras mexicanas.
A los 150 kilómetros, nos encontramos con otro letrero que dice: Triquitrán 150 kilómetros.

¿Qué pasó? ¿Nos engañaron? Tal vez... o tal vez los ingenieros encargados de hacer la medición olvidaron el conteo y decidieron reiniciar el recorrido.

Otro ejemplo: Camino en la ruta de Cuencamé, Durango, hacia Chihuahua, hay un momento en que la carretera es un trazo recto delimitado a los costados por los llanos y las montañas. Y cuando digo "un trazo recto" tómalo lo más literal posible.

¿En aquella línea recta, monótona, hay cabida para dar vuelta o una curva?

¡De ninguna manera!
Entonces que alguien me explique porqué a la mitad del recorrido aparece un letrero que dice:

NO REBASE EN CURVA
¿?
¡!

A éstas alturas es un insulto.
Sin olvidar aquel en el que se lee:

NO MANEJE CANSADO. CAMINO TEDIOSO

Nooo, ¿en serio?... Después de más de dos días de carretera me dicen que es un camino tedioso, en verdad es para irse siete años al Tibet. Y digo, no es por que le saque al camino en carretera. Durante tres años recorrí los municipios más pobres de México, lo que significó en muchas ocasiones caminos de 7 horas (3 de ellos en terracería), en camionetas o tardar día y medio para llegar a un municipio porque se tiene que cruzar la sierra y es temporada de lluvias.
Pero, caray, que me vengan con que el camino es tedioso cuando lo único que uno tiene frente a las narices es el horizonte... ¡eso en verdad no tiene madre!

--0--

Total, que anoche mientras disfrutábamos de hamburguesas en Wendy´s, comentábamos mi hermano y yo esa gran deuda con el turista nacional y extranjero.
Nos perdimos poco en todo el recorrido, si acaso haber tomado mal una salida o confiados en que hace 20 años por ese camino llegamos y que todo debería de ser igual.
Las sociedades cambian. Las Personas cambian.
Los caminos cambian...

FOTO: Citizen

Futón

Futón

Regreso de ponerme al corriente en mis visitas y comentarios de los blogs de mis cuates.
Ya vi que el buen Diego adquirió auto nuevo; que Manijeh reconoce con singular alegría que es mala mala mala de corazón; gaviota disfrutó de la exposición de un hombre que dice ser artistas (si él es artista, yo soy hijo de Slim).
Por otra parte, Angie puso el desorden y en un acto de honestidad valiente nos invita a que le preguntemos los que se nos de en gana. Si bien todos recibieron con buen ánimo su invitación, gran parte de sus comentaristas dijeron conocerla lo suficiente.
Ok.
Su post me dejó pensativo.
"¿Qué les falta a mis bloggers friends por conocer de mí?"
Yo, lo reconozco, soy muy curiosito, pero siempre antepongo el respeto hacia la otra persona, y me abstengo de preguntar cosas que pudieran resultar incómodas. Calma, calma, no creas que me atrevería a preguntar situaciones que ventilen demasiado la vida privada de mi interlocutor.
Hasta este momento me he comportado muy prudente en mi blog, pero vamos que ya estoy por cumplir años y quiero que esto quede como un recuento de los daños de lo que he hecho antes de mi siguiente aniversario de nacimiento.
Así que mientras estaba en el baño y mientras me lavaba mis manos, hice un recuento rápido de aquello que no sabes de mí y que si bien no es necesario que lo sepas, de menos que quede como dato cultural.
Si la lista de cosas mías te genera más dudas, pues ya vas, pregunta pregunta...
A continuación yo no saco mi diván... yo saco mi futón para que estemos más cómodos.

- Nunca he consumido drogas.
- Estudié primaria y secundaria con los hermanos lasallistas.
- He estado tres veces de perder la vida. La primera en Durango, cuando la camioneta quedó a poquísimos centímetros de caer al barranco de la Sierra Madre Occidental. Y la segunda en la Sierra de Chihuahua, cuando la camioneta de una importante funcionaria pública del estado estuvo a punto de llevársela la corriente de un río crecido y en ese mismo recorrido en una ocasión la camioneta se resbaló por el camino...rumbo a un barranco.
- Nunca me han asaltado aún y cuando he estado a altas horas de la noche en lugares "poco amistosos".
- Tengo una pulserita color azul en el tobillo derecho... regalo del Sr. ABcedario.. tejida por sus lindas manecitas... ;-)
- No me gusta Gabriel García Máquez ni José Saramago.
- Creo en la existencia de un mundo paralelo... pero tampoco me obsesiono.
- No tengo tatuajes.
- No soy mucho de tener fantasías sexuales... cuando en una charla sale el tema, yo solo disfruto las referecnias de los demás. Yo soy más de trabajar con lo que tengo ahorita, a la mano, que con ponerme a pensar en cuál edificio los elevadores están más disponibles o en cuáles aviones los baños son más amplios... Ni modo...;-)
- No tengo perforaciones.
- Soy católico por nacimiento, pero he adoptado muchos preceptos de otras culturas como la tibetana. En mi cuarto tengo un Corán.
- No me gusta el cine mexicano... Pero hay una película de 1966 que se llama "Los Caifanes" que me gusta mucho... esa película tiene algo que me gusta.
- No tengo coche (y no sufro por ello)
- Me cuesta trabajo recordar lo que sueño.
- No doy limosnas ni caridades.
- Si me la haces unas vez... olvídalo, ya no habrá segunda vez y haré lo posible por cobrármela (aunque hay veces que es mejor seguir el camino y mandar al olvido la situación)
- Me cuesta trabajo concretar mis proyectos personales. Digamos que mi autoestima no siempre está al 100%, por lo que requiero de un empujoncito... En ocasiones inicio proyectos, pero me quedo en el primer paso...
- Tengo tendencias maniaco depresivas... Días en que no muevo una neurona, y días en que mi cerebro parece motor de un auto de Fórmula 1.
- A mi Virgencita de los Sicarios la perdí a los... Ops hace muchos años... digamos que la última vez que la perdí fue el fin de semana pasado...
- A veces soy extremadamente optimista.
- Vivo y muero por la música electrónica. Siempre digo que soy 150% electrónico, pero no de ahora que está muy de moda en México, sino desde hace 8 o 9 años. Recuerdo que uno de mis primeros CD's fue uno que me trajo mi hermano de Londes...y de ahí para delante mi colección de discos crece y crece. No escatimo en precios, me he comprado discos de 300 pesos o más, pero son unos tesoros musicales.
- La luna influye mucho en mi estado de ánimo y emocional.
- No conozco Acapulco.
- Tengo dos lugares a los que sueño ir en algún momento de mi vida: Al Tibet y a Ibiza.
- Pienso que me adelanté en algunas cosas a mi época. Cuando era un niño de 6o de primaria (11 o 12 años) yo empezaba a hablar del calentamiento global (y los famosos cloroflorurocarbonos, CFC), del Dalai Lama y del Efecto Mariposa... Claro, consideremos que en aquellos años la Internet no existía en nuestro país -y creo que tampoco en el planeta-, que la única forma de informarse era através de los medios impresos... ¿De dónde sacaba esos temas? No lo sé... Simplemente lo sabía...
- Disfruto cuando voy a jugar al bingo. Me gusta y antes iba mucho más seguido.
- No tengo "marquitis". Si mi ropa no es de reconocida marca no me importa. Con que me guste, me quede bien y me vea bien es suficiente.
- Admiro y quiero mucho a mi Hermano "Lester"... y también, debo reconocerlo, siento que estoy muy lejos de él intelectualmente hablando -claro, yo no me quedo atrás...pero como él no hay dos-... y también, siento que a veces me hace sombra...
- He sido infiel...y sin remordimientos (espera espera, en otras relaciones sí. En la actual no, estoy muy feliz y satisfecho con el Sr. ABcedario).
- Puedo ser extremadamente buena persona... y puedo ser extremadamente coolaid
- He ido a terapia sicológica
- Vivo con mi mamá... y mi papá tiene una hacienda al sur de la ciudad que la comparte con muchos colegas suyos... o sea, es un asilo... Están separadosdivorciadosmandadosalcabrón desde hace como 20 años
- Suelo ser muy "polite" cuando me dirijo hacia los demás, sobre todo cuando no son de mi entera confianza.
- No tolero a los mal agradecidos o ingratos. Muchas personas odian a los mentirosos o deshonestos. Yo no, yo a esos los paso, de hecho convivo con ellos por parte de mi trabajo. Pero a los que de plano me caen en la punta del...ombligo son los mal agradecidos.
- Me quedé muy enamorado de una ex pareja. Cortamos por motivos de trabajo. La cicatriz tardó en cerrar, pero cerró. Quedó una gran amistad y un gran cariño.
- Siempre he sido muy solitario. Mis amigos, los de mi primer circulo personal y social no son más de 5 personas.
- Me atraen las personas más chicas que yo... de hecho tuve una pareja que era 10 años menor que yo... es decir, él estaba en los límites de la legalidad y la ilegalidad...
- Tengo un par de frases que me digo a mí mismo cuando tengo un tropiezo o fracaso: "Me pudo haber ido peor" y "Mañana será un mejor día". Aún así en ocasiones me cuesta trabajo reponerme de las caídas. No las sufro ni me autocomplazco, pero sí me deja un cierto sentimiento de que habrá algo que haga que me vuelva a caer...
- No me gustan los hombres musculosos.
- Sigo con la esperanza de tarde que temprano estudiar para DJ... recuerdo que desde niño disfrutaba de la música y hacía mis mezclas.
- Nunca he estado en una orgía. Y cuando he ido a fiestas que tienen cara de que así va a terminar, opto por irme. Aunque después me esté lamentando...pero prefiero ser un chico conservador...jeje
- No me gusta Di Caprio ni Brad Pitt.
- Suelo ser muy reconciliador y "buena onda". Pero en ocasiones y para algunos temas soy muy determinante. En esos casos aflora el "dictadorcito" que traigo adentro.
- No me gustan las fiestas en casa... me dan una flojera ENOORRMMEEE... soy 100% antrero...
- Si algún desconocido me sonríe, suelo regresarle el cumplido...Mmmm... hay casos en que se hacen excepciones...
- Mi gran coco es el orden... mi cuarto lo escombré y limpié a fondo hace 3 semanas y al día de hoy parece que no hice nada.
- Me mata que me besen el cuello.
- Me fijo mucho en las manos, boca y ojos de las personas.
 

¿Alguna duda?

DF-Tepoztlán...¿Puebla?

DF-Tepoztlán...¿Puebla?

Hace mas o menos un año, el Sr. ABcedario y yo decidimos darnos una escapa a Tepoztlán, Morelos.
Tal y como lo hicimos en ocasiones anteriores, nos dirigimos a la Terminal de Taxqueña, donde saldría el camión que nos llevaría al destino de fin de semana.
En ésta ocasión nos hospedaríamos en  otro hostal, no porque el anterior nos desagradara -al contrario- , si no porque queríamos probar otro servicio.
La reservación se realizó días antes, por lo que no nos preocupaba la hora de llegada. El hostal, como muchos en su tipo, solicitaba el depósito del monto total o en dado caso el 50% para "asegurar" el espacio. Por la premura con la que decidimos el viaje, éste último paso no se realizó.
Ya por la tarde de ese día, que según recuerdo era viernes, llegamos algo apresurados a la terminal, al sur del DF.
Compramos los boletos, como solíamos hacerlo cuando íbamos de viaje.
Nos encaminamos a la puerta o anden desde donde saldría el camión a Tepoztlán, localizado a poco más de dos horas hacia al sur del DF.
Revisamos la hora de salida y el reloj marcaba un par de minutos después de la misma.
Cotejamos el número de andén marcado en el boleto... y es cuando la historia comienza a ponerse interesante.
En ese andén había un camión que se disponía a partir.
Para no errar, al menos esa era la intención, me acerco a la señorita-modelo-hostess-secretaria-boletera encargada de verificar QUE EL BOLETO COINCIDA CON EL CAMIÓN, LA HORA, ANDÉN Y DESTINO, y le pregunto con esa ingenuidad propia de mi persona:
- ¿Este es el de las tales horas para Tepoztlán? (checa la claridad de la pregunta)

Y la señorita-modelo-hostess-secretaria-boletera encargada de verificar QUE EL BOLETO COINCIDA CON EL CAMIÓN, LA HORA, ANDÉN Y DESTINO me contesta con esa firmeza y seguridad, y hasta en ciertas ocasiones prepotencia, con un "Sí, de hecho ya está por salir". (checa la claridad de su respuesta)

¿Yú qué haces? Bueno, creo que harías lo mismo que el Sr. ABcedario y yo: tomar nuestras maletas y disponernos para subir al camión. Y eso fue lo que hicimos.
El destino siempre nos hace jugadas que si no estamos preparados o atentos a esas señales pasan desapercibidas.
SEÑAL 1: llegamos a nuestros lugares, y encontramos con que hay una señora con una niña sentadas en los espacios destinados para nuestro transporte a la aventura. Como yo no soy de discutir ni de pelear, y como había lugares desocupados, dejamos a la mencionada señora con su mencionada niña en su lugar, y nos movimos a otro asiento, sin ningún problema.
El camión toma camino a su destino (checa que puse: "El camión toma camino a SU destino"...).

SEÑAL 2: En cierto momento, aún circulando en perímetros del DF, el camino se me hizo desconocido. No me sorprendió, sobre todo porque en aquellos días las marchas y plantones eran una constante. Lo primero que pensé fue: "Seguro el camión cambió la ruta de salida por alguna marcha...", y volví a acomodarme en mi asiento.

La plática con el Sr. ABcedario fluía, los comentarios del día o las críticas a los demás pasajeros eran la sal del viaje.
El camión subía cerros, bajaba colinas, y nosotros divertidos con la música del iPOD de mi acompañante.
Derepente, una onda gélida envolvió al camión. De hecho, buena parte del trayecto tuvo clima frío, con cielo nublado. "Bueno, pensé, el clima no anda muy bien, pero la estoy pasando agusto".

SEÑAL 3: Pasaron las dos horas no obligatorias pero sí promedio del recorrido, y nosotros seguíamos arriba del camión.
El comentario al Sr. ABcedario no se hizo esperar: "¿Ya tardamos mucho, no?"...Y la respuesta, tan obvia como contundente fue: "Si, pus ya ves que tardamos en salir..."

A los pocos minutos el tedio se unió al recorrido y tanto yo como el Sr. ABcedario opté por dormitar un poco.
Después, teniendo como sonido de fondo algunos ruidos de motor del camión, me despierto y es cuando me doy cuenta que

pasé por alto las señales que el destino había puesto frente a nuestras narices y que no tomamos en cuenta.

Y es que un gran andén de camiones, el tráfico y cierto trazado urbano trajo a mi mente un lugar que no era Tepoztlán.
La última vez que visité ese lugar fue tres o cuatro años atrás, cuando en pleno periodo vacacional decido ir a una famosa universidad para informarme de ciertos eventos académicos, con la finalidad de realizar algunas notas e informaciones para los medios en los que laboraba. Obviamente, en aquella ocasión al llegar a las puertas de la universidad y -repito- a un par de días de haber iniciado el periodo vacacional, decidí por pasear y conocer un poco de ese vecino estado.
El recuerdo fue claro.
No hubo lugar a dudas.

Estábamos entrando a la terminal de autobuses... pero no de Tepoztlán.

La conocida como Ciudad de los Ángeles nos recibía. 

Puebla nos acogía con su folclor y desarrollado sentido de metrópoli que ha adquirido en recientes años.

¿Puebla? ¿Puebla?
¿Qué hago en Puebla?
¿Qué hacemos en Puebla?
¿Cómo llegamos en Puebla?
¿Qué pasó? ¿Acaso el chofer se equivocó y decidió darnos una sorpresa a todos los pasajeros?
¿Era acaso una broma?
Pues no.
No era broma.
El chofer no se equivocó.
No era un viaje todo pagado cortesía de Bill Gates que como ya no sabe qué hacer con tanto dinero, prefiere distribuirlo en los habitantes de las economías emergentes.
Mi coraje y desconcierto no tardó en llegar.
Como toro embravecido me bajo del camión, me dirijo al chofer y le hago el reclamo esperado.
Y aquél, como buen chofer, lo único que me dijo "¿Por qué no se fijó? Pos ahí véalo con el de la ventanilla, a ver qué se puede hacer..."
Y mi mente pensó el primer comentario al destino: "¡Ah, ahora resulta que el que se equivocó fui yo!"
Fui "con el de la ventanilla", que entre papeles y chequeos de horarios de idas y llegadas atendió, eso sí muy paciente, mi reclamo.
Ibamos a Tepoztlán... Llegamos a Puebla...Ya estaba entrando la noche...

Solución 1 de "el de la ventanilla": "Pus lo único que les podemos ofrecer es regresarlos al DF y allá ya si quieren agarran otro camión a su destino"
¿¿¡¡QUEEE??!! Eso se traduce en otras 4 horas -si bien nos iba- de recorrido (unas dos al DF, y poco más de dos del DF a Tepoztlán)

Ok... dos turistas norteados...despistados...

Solución 2 de "el de la ventanilla": "Ver con otra línea de camiones de aquí, a ver cuál es la que va a Tepoztlán"

Muy bien: Buena propuesta, pero...
A) Hacía pocos minutos que salió la última "corrida"...
B) No iba a Tepoztlán...Iba a Cuernavaca, que según "el de la ventanilla" y sus coterráneos sería un recorrido de unas 3 horas, luego tomar otro camión que nos lleve de Cuernavaca a Tepoztlán, por lo tanto hay que sumar otra hora y hora y media de recorrido.
C) Conclusión: Tomar esas opciones era exactamente lo mismo que regresar al DF y partir otra vez a Tepoztlán.

Para ese entonces ya nos estaba atendiando el encargado de la línea de camiones en la terminal, un colega que como nunca nos acordamos de su nombre, el Sr. ABcedario y yo optamos por bautizarlo como "La Güicha".
"La Güicha" estaba negociando con otras líneas de camiones nuestro destino.
Y en cada propuesta al Sr. ABcedario se le desfiguraba más la cara del coraje...
"La Güicha" le dijo, "Mira, ya es algo noche. No hay de otra mas que se queden aquí, así que ya quita esa cara", todo esto con un tono muy afable y alegre. Tanto así que fue inevitable resistir una ligera sonrisa.

Los primeros argumentos a nuestro favor fueron: "ok, me equivoqué...¿entonces porqué la señorita-modelo-hostess-secretaria-boletera no se percató?"

Digo, si nos descuidamos pues llegamos a Chihuahua...

"La Güicha" escuchaba y trataba de aminorar el mal rato.
Era evidente el error de todos: a Tepoztlán viajan las líneas Pullman de Morelos, Cristóbal Colón y Estrella Roja... y a Puebla viaja la línea ADO y OCC.
Del DF a Tepoztlán son 91.7 kilómetros de distancia...
Del DF a Puebla son 129.8 kilómetros de distancia...
¿Diferencias? ¡Muchas!
Hasta que nos convenció de que nos quedáramos.
Nos atendió muy bien y hasta nos recomendó un hotel que es al que mandan a los pasajeros que se retrasan en alguna salida o tienen contratiempos (claro, siempre y cuando sea culpa de la línea de camiones).
Ya instalados en el hotel en mención -con un respectivo descuento empresarial-, decidimos salir a comer-cenar.
En la zona centro de Puebla optamos por comida italiana: pizza.
Mientras tolerábamos a un mimo callejero -muy malo y sobre actuado- me comunico con mi hermano vía SMS, y le comento que no llegamos a Tepoztlán... sino a Puebla...Su respuesta: "jajajaja... diviértanse"
No quedó de otra.
La ciudad, comparada con la ocasión anterior que fui, la vi mejor, más limpia y ordenada.
Las siguientes ocasiones que viajamos a Tepoztlán -y que llegamos a nuestro destino- preguntamos una y otra vez a los encargados en el andén...
Para asegurar la llegada al lugar deseado...
Por las dudas...

Otra de telefonistas.

Otra de telefonistas.

La historia no para.
Hace rato me llaman por teléfono (otra vez).
Era para ofrecerme otro producto bancario.
La retahíla de este muchacho fue larga, constante, sin parar.
Los respiros iban acompañados por un: ¿De acuerdo?. Pero... no había tiempo de responder.
Vino la primera advertencia: "Hombrealteléfono, no me interesa, gracias".
Y aquel seguía: "bla bla bla bla... ¿de acuerdo? Entonces, bla bla bla, porque bla bla bla bla".
"Pero Hombrealteléfono, no me interesa, gracias.
Y no terminaba: "Es que si usted bla bla bla bla, se estaría beneficiando porque bla bla bla bla"
"Hombrealteléfono, no me interesa, Gracias"
Y aquel concluyó: "Bueno... pues muchas gracias por su atención"

Aprovechando este acontecimiento, le entro al jueguito al que nos invita el buen Adrián Pegaso, el cual consiste en escribir las 8 cosas de uno mismo (características, defectos, cosas que no saben los demás bloggers, etc).
Esto me salió chistoso, porque hice cierto juego de palabras con el mismo.
Ahí les va:

1.- Odio que me llamen por teléfono para ofrecerme productos.

2.- Odio que cuando me llaman por teléfono para ofrecerme productos, “se equivoquen” en mi nombre

3.- Odio que cuando me llaman por teléfono para ofrecerme productos, y que se equivocan en mi nombre, sigan insistiendo en vender, aún y cuando ya dije 3 veces seguidas que no me interesa.

4.-Odio que cuando me llaman por teléfono para ofrecerme productos, y que se equivocan en mi nombre, sigan insistiendo en vender, aún y cuando ya dije 3 veces seguidas que no me interesa, digan con que los productos que tengo no son tan mejores como los que ellos me ofrecen.

5.- Odio que cuando me llaman por teléfono para ofrecerme productos, y que se equivocan en mi nombre, sigan insistiendo en vender, aún y cuando ya dije 3 veces seguidas que no me interesa, digan con que los productos que tengo no son tan mejores como los que ellos me ofrecen, de ahí la ventaja de adquirir lo que ellos me ofrecen.

6.- Odio que cuando me llaman por teléfono para ofrecerme productos, y que se equivocan en mi nombre, sigan insistiendo en vender, aún y cuando ya dije 3 veces seguidas que no me interesa, digan con que los productos que tengo no son tan mejores como los que ellos me ofrecen, de ahí la ventaja de adquirir lo que ellos me ofrecen, porque además son los más baratos del mercado.

7.- Odio que cuando me llaman por teléfono para ofrecerme productos, y que se equivocan en mi nombre, sigan insistiendo en vender, aún y cuando ya dije 3 veces seguidas que no me interesa, digan con que los productos que tengo no son tan mejores como los que ellos me ofrecen, de ahí la ventaja de adquirir lo que ellos me ofrecen, porque además son los más baratos del mercado, y que esa llamada no es para comprometerme, simplemente es para llenar una solicitud.

8.- Odio que cuando me llaman por teléfono para ofrecerme productos, y que se equivocan en mi nombre, sigan insistiendo en vender, aún y cuando ya dije 3 veces seguidas que no me interesa, digan con que los productos que tengo no son tan mejores como los que ellos me ofrecen, de ahí la ventaja de adquirir lo que ellos me ofrecen, porque además son los más baratos del mercado, y que esa llamada no es para comprometerme, simplemente es para llenar una solicitud, y que si no lo quiero al momento de recibir una carta describiendo el producto, ignore la misma.

Leer para creer...

Pd.- efectivamente los telefonistas son colombianos. ¿La razón? Sale más económico para el banco contratante. Una vez una chica de un call center me lo dijo: "Nosotros estamos en Colombia, acá nos contratan y nosostros ya hacemos las llamadas"...

Las Mil Caras de Citizen

Las Mil Caras de Citizen

Ayer fue un día extraño.
Al medio día sonó el teléfono.
Una llamada para mí de American Express.
A continuación el diálogo:

Telefonista: Buenas tardes, habla Nosequiensoy de American Express.
Io: ...
Telefonista: ¿Hablo con el señor José?
Io: ¡Yo no me llamo José!
Telefonista: Ah, cierto... ¿Es usted el el señor Gilberto?
Io: ¡Yo no me llamo Gilberto!
Telefonista: Mmmm... ¿podría repetirme su número de teléfono?
Io: 79797979
Telefonista: Aah, el Señor Citizen. Usted disculpe, es que tenemos unas listas y...
Io: ...
Telefonista: Sr. Citizen, le llamo para invitarlo a formar parte del mundo de American Express...
Io: Ya tengo tarjeta de American...
Telefonista: ¿Ah ya tiene?
Io: Sí así es...

Después de unas cuantas preguntas la llamada terminó.
Creo que la base de datos no estaba del todo actualizada, sobre todo porque me estaban ofreciendo productos que ya tuve o que actualmente tengo.
Por lo del cambio de nombre, por un momento me pregunté si realmente querían hablar con mi Álter Ego.
No lo sé.
Pero nunca me habían dicho tantos nombres en poco tiempo... y nunca me había tocado una telefonista tan despistada.

FOTO: Citizen, tienda de artesanías en San Miguel de Allende, Guanajuato, México.

¡Esas mamás!

Hace unas semanas, Maclovia se nos puso reflexiva.
Enumeró y citó las frases más dichas por las mamás...

El compendio fué desde el clásico "Yo soy siepre el ogro, la mala", hasta "los niños comen mejor en otras casas que en la suya". Su ejercicio de investigación fué más que interesante. En aquellos días le comenté que yo también tenía un listado de frases de mamás... pero digamos que una versión más callejera.
Después de buscar y buscar encontré el mail con esas frases.

A continuación, esas frases tan pintorescas, fescas y directas que sólo las madres nos pueden dar...

ENSEÑANZAS DE UNA MADRE

Todo lo que siempre quise saber, lo aprendí de mi madre...

  • Me enseñó a APRECIAR UN TRABAJO BIEN HECHO: "¡Si se van a matar cabrones, háganlo afuera! ¡Acabo de terminar de limpiar!"
  • Me enseñó RELIGIÓN: "¡Mejor reza para que esta pinche mancha salga de la alfombra!"
  • Me enseñó LÓGICA:"¡Porque yo lo digo! ¡Por eso... y punto!"
  • Me enseñó a PREDECIR EL FUTURO: "Donde te saques un pinche 5 otra vez, verás lo que te pasa mendigo huevón."
  • Me enseñó IRONIA: "Sigue llorando y yo te voy a dar una razón verdadera para llorar."
  • Me enseñó a SER AHORRATIVO: "¡Guarda las lágrimas para cuando yo me muera!"
  • Me enseñó OSMOSIS: "¡Cierra la boca y come!"
  • Me enseñó CONTORSIONISMO: "¡Mira la suciedad que tienes en la nuca! ¡Voltéate!"
  • Me enseñó FUERZA Y VOLUNTAD: "Te vas a quedar sentado todo el día hasta que te tragues todo."
  • Me enseñó METEOROLOGIA: "¡Parece que un huracán pasó por tu cuarto!"
  • Me enseñó MESURA: "¡Te he dicho un millón de veces que no seas exagerado!" 
  • Me enseñó EL CICLO DE LA VIDA: "¡Te traje a este mundo, y te puedo sacar de él, animal!"
  • Me enseñó A MODIFICAR PATRONES DE COMPORTAMIENTO: "¡Deja de actuar como el cabrón de tu padre!"
  • Me enseñó a NO tener ENVIDIA: "¡Hay millones de niños menos afortunados en este mundo que no tienen una mamá tan maravillosa como la tuya!"
  • Me enseñó VENTRILOQUIA: "¡No me rezongues! ¡Cállate y contéstame! ¿Por qué lo hiciste?"
  • Me enseñó principios de ORTODONCIA: "¡Me vuelves a contestar y te estampo los dientes en la pared!"
  • Me enseñó RECTITUD: "¡Te voy a enderezar de un sólo chingadazo!".

    ¡GRACIAS MAMÁ!

¡¡SÍ O NO SON ADORABLES!!

Que tengas buen inicio de semana.

Mis 100... (y un poco más)

Una tarde, mientras tomaba café y escuchaba música, decidí hacer una lista.
El objetivo: enumerar las 100 cosas que me gustan... o mejor dicho, las 100 cosas que más me gustan.
Lo que me gusta hacer.
Lo que me gusta comer.
Lo que me gusta dar.
Lo que me gusta recibir.
Lo que me gusta sentir...
Para variar, mi lista no fue de 100.
Ni modo, siempre me gusta dar más de lo planeado.
Hacer la lista me llevó unas 3 horas, aproximadamente. Fue interesante hacerla porque las primeras anumeraciones son aquellas cosas que uno sabe concientemente que le gustan. Pero hay un momento en que hay que autoanalizarse a detalle para detectar esos momentos que nos dan tanto placer y satisfacción. Y también, es cuando uno se da cuenta lo complejo que es en la forma de actuar e incluso en la forma de consumir. En la lista se fugaron inevitablemente algunas manías y costumbres. Por eso es que también creo que ésta lista se debería de llamar "Las 100 cosas que hacen a Citizen".
Ah pero eso sí, la lista necesitó una buena dosis de buena memoria: al llegar al punto en que los aspectos mas evidentes y concientes de gustos y preferencias se termina, la mente comienza a hacer lo suyo: a repetir.
Pero la lista ya está.
La lista de las 100 cosas que más me gustan.
100 cosas (y un poco más)... 100% para mis amigos bloggers.
Así que mundo: ahí voy.

1.- El agua.
2.- El café.
3.- El azúcar.
4.- La pimienta.
5.- La música.
6.- La Lectura.
7.- La Soledad.
8.- Caminar.
9.- Los Pasteles.
10.- El Chocolate.
11.- El Pan Dulce.
12.- Mi cuerpo.
13.- Mis gatos (los gatos).
14.- Mi perra (los perros).
15.- Los Tacos
16.- Las quesadillas.
17.- La Carne.
18.- El pollo.
19.- Las hamburguesas.
20.- El tequila.
21.- La cerveza.
22.- Los sandwiches.
23.- Los sandwiches de lechuga y mayonesa.
24.- Las verduras.
25.- Las Mandadrinas.
26.- Las Zanahorias.
27.- Los pepinos.
28.- Las guayabas.
29.- La Sandía.
30.- La papaya.
31.- La piña.
32.- El queso cottage.
33.- El queso Panela.
34.- El pan Árabe.
35.- Color Azul.
36.- La Comodidad.
37.- Dormir.
38.- Desvelarme.
39.- Bailar.
40.- Aprender.
41.- Reír.
42.- Hacer reír.
43.- Leer revistas.
44.- Leer periódicos.
45.- Canal Animal Planet.
46.- Decir "Gracias".
47.- El sr. ABcedario (ups... no lo pude evitar!)
48.- Dar abrazos.
49.- Ser observador.
50.- La Naturaleza.
51.- Meditar.
52.- Practicar Reiki
53.- La Tecnología.
54.- Los días soleados.
55.- Los cielos despejados.
56.- Cuando acaba de llover.
57.- La fotografía.
58.- Bañarme.
59.- Darme baños rápidos de agua fría.
60.- Ser espritual.
61.- Escuchar.
62.- Que me escuchen.
63.- Pensar.
64.- Que me hagan pensar.
65.- Observar cómo construímos nuestro futuro.
66.- Que el baño huela bonito al salir de bañarme.
67.- La magia e ilusionismo.
68.- Escribir.
69.- Navegar por la web.
70.- Bloggear (oh sí)
71.- Leer los blogs de mis amigos.
72.- Mario Benedetti.
73.- El Budismo Tibetano.
74.- Los helicópteros.
75.- Observar a la gente en la calle o en los centros comerciales.
76.- Sentirme seguro de mí mismo.
77.- Las encuestas.
78.- Traer la cartera en la bolsa delantera del pantalón.
79.- Escribir SMS.
80.- Traer cargada la pila del celular.
81.- Amar.
82.- Que me amen.
83.- La Granola.
84.- La leche deslactosada.
85.- El arroz con leche (especialmente el que hace mi amá)
86.- El arroz.
87.- No tomar medicinas.
88.- Los palabragramas (juego donde se acomodan las palabras por el número de letras)
89.- Tener buena memoria.
90.- Sentir el aire.
91.- Viajar.
92.- La noche.
93.- Mermelada de piña.
94.- Mi profesión.
95.- Los jugos.
96.- Respirar profundo.
97.- Que me respeten.
98.- Tratar bien a las personas.
99.- Mis rutinas.
100.- El dinero.
101.- Este tipo de auto análisis.
102.- Compartir.
103.- Ver muebles (aunque nunca compre ninguno).
104.- Las mochilas back-pack.
105.- Los pescados y mariscos.
106.- Los rollos primavera.
107.- El pintor René Magritte.
108.- El pintor M. C. Escher.
109.- Las Construcciones.
110.- Las carreras de coches.
111.- Leer el instructivo hasta de los aparatos más sencillos de usar (y aunque no lo crean, eso me ha evitado dolores de cabeza en su funcionamiento...)
112.- Ser detallista.
113.- Hacer cuidadosamente mi trabajo.

Hasta aquí la lista.
Digamos que estas son algunas piezas que conforman a la persona y personalidad de Citizen.
Fue un gusto haberlo compartido.
Que tengas buena día.

La Esquina

La Esquina Hay una esquina del DF que me gusta mucho.
Es una esquina del Auditorio Nacional. Precisamente desde el punto de vista que da hacia Campo Militar Marte, donde está instalada una bandera nacional de grandes dimensiones.
Hay un clima que me gusta mucho.
Me gusta mucho el ambiente que se respira después de que ha llovido: el aire fresco, un tanto frío, las calles húmedas, muchas veces en silencio o solitarias. Las hojas de los árboles sacudiéndose el agua. Agitándose y cayendo lentamente.
Y ese aroma: a tierra mojada, a pasto a hierba.
Salir después de una lluvia me es extremedamente revitalizante.
Desde esa esquina últimamente he tomado muchas fotos.
Casi todas viendo al mismo horizonte.
Hoy salió especial. Me gustó.
El clima muy parecido al que hay después de una lluvia.
La esquina.
Y a la espera del Sr. ABcedario.
Todo en orden.
Se los comparto.
Buen día.